—Vaya vaya, hasta que llegas—dijo Ryan, uno de sus amigos y colega al verlo entrar a la sala de juntas con sus gafas de sol puestas.
—Perdón por la tardanza, el trafico esta insoportable—bufo Justin sentándose en su silla y se quitó las gafas haciendo una mueca de cansancio.
—¿Todo bien? Luces terrible—rio Christian, otro colega y amigo suyo. No mentían al decir que su amigo lucia terrible.
—Alguien no durmió anoche—se burló James y Justin suspiró. No iba a contradecirlos en eso. Sus ojeras eran notables.
—No dormí bien—respondió Justin sobándose las cienes tratando de alejar el dolor de cabeza que tenía.
—¿Alguien en específico no te dejó dormir?—preguntó Christian y Justin sonrió. En eso no podía contradecirlo.
—Cindy—respondió Justin y todos rieron. Cindy era una de sus conquistas más viejas. Era la única que repetía cuando no tenía una conquista nueva. Era une perfecta amante. Sabía exactamente lo que él quería y lo que ofrecía y ella lo aceptaba así. Tal vez ella esperaba que algún día que él le propusiera algo más serio, pero eso no iba a pasar porque él no era de relaciones. Eran muy pocas las veces que mantenían una relación. ¿Seria? Ninguna. La mayoría todas eran superficiales y sexuales. Ninguna relación seria ni sentimental. Él no era de esos tipos. Nunca se había visto envuelto en parejas, ni triángulos amorosos. Nada de eso. Él prefería estar con sus amantes y darle lo que podía ofrecerle sin esperar nada a cambio. Lo más significativo que él les daba a sus amantes eran joyas en agradecimiento por el buen sexo que tienen, nada más.
—Cómo olvidar a la bella Cindy—rio Ryan negando seguido de los demás. Todos sabían lo hermosa y tentadora que era Cindy.
—No te culpo hermano, vale la pena llegar tarde si es ella la causante—dijo Christian y Justin asintió. Eso lo sabía muy bien. Cindy era una fierra en la cama. Una de las mejores amantes que había tenido.
—Necesito un café—dijo Justin recostándose de su silla. Estaba muy cansado y sus ojeras demostraban las pocas horas de sueño que había tenido. Y no podía permitirse tomarse un descanso. No cuando tenía muchos contratos que leer. Era el dueño de una empresa que ofrecía transportación privada. No podía simplemente marcharse y descansar un rato cuando tenía muchos contratos que leer.
—Necesitas liberar tensión—se burló James al ver a su amigo tan tenso.
—Conozco el lugar perfecto para liberar tensión—dijo Ryan con picardía y todos rieron al saber a qué se refería.
—Tal vez deberías darte una vuelta por el spa Happiness—sugirio Chaz y todos sonrieron. Conocían ese Spa muy bien. De hecho todos iban ahí cuando necesitaban un poco de relajación para liberar el estrés. Y no solo iban porque los masajes eran buenos o porque las chicas eran preciosa. Sino porque ofrecían más qué masajes al final de cada sección. Sin duda, todos ellos tenían un buen historial de visitas en ese Spa. Y un montón de secretos detrás de esas cuatro paredes. Secretos que sus novias y esposas no tenían idea.
—Una mamada siempre viene bien—dijo Christian encogiéndose de hombros y Justin suspiró. Ellos tenían razón, unos masajes y un poco de liberación allá abajo le vendrían bien para continuar el día. De ninguna manera lograría pasar el día con ese cansancio.
—Tal vez—sonrió Justin y sus amigos asintieron. –No me vendría mal un poco de mimos—dijo haciendo reír a sus amigos. Ellos bien sabían que en ese spa lo mimarían hasta el último minuto. Las masajistas sí que sabían cómo mimar a sus clientes. Pero sobre todo como hacerlos sentir bien y contentos. –Me voy—se puso de pie y sus amigos lo miraron.
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Hands Of Love {Justin Bieber Short Story}
Short StoryJustin Bieber y Holly West sentían una fuerte atracción sexual por el otro. ¿Pero solo era eso o algo más? ¿Ella era simplemente la conquista del momento o algo más? ¿Él era más que una ilusión o algo más? Ella era la nueva masajista de su spa favor...