ST #5

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Un lápiz creando una melodía,

voces torcidas en hoja rasgada,

tal es mi voluntad, llama menguada

que exhala su última melancolía.


Me erijo en esa curiosa ironía

que llaman poeta, un alma abrumada

por conciliar la palabra cantada

y mano de ajena soberanía.


Desconozco por qué ignoras mis ruegos

devolviéndome un haz de eco vacío

que hace estremecer estos muros ciegos.


Quizá este mundo hilvanado de hastío

la belleza de los mármoles griegos

nunca ansíe, solo su ego baldío.

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