Recuerda que hay júbilo, ¿lo habrá? Pero lo hubo.
¿Dónde? En este blanco fatigado que aplasta,
O en estas lápidas de cemento circunstante,
no sé, tal vez en este lívido trino de agua
en que el cielo y tu rostro son madres de las mismas lágrimas.
Pero es que la lluvia, de tan pura, siempre miente.
Busca mejor en esos sótanos del recuerdo
donde tu sonrisa y los seres erais solo uno,
y no había sinonimia entre el vivir y el miedo.
Allí, recuerda, habita enterrado en polvo de angustias tu liberación.