ST #9

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A los borrachos y disipados,

a los que buscan el confesionario en el fondo de una copa,

a los apátridas y desheredados,

a los que no afanan ni pretenden,

a los que albergan en sí su juez y su redentor,

a los hipotecados en la incertidumbre,

a los lisiados y vagabundos del espíritu,

a los que viven instalados en el desgarramiento,

a los que han tenido por segunda madre el dolor,

a los que no tapizan los hematomas de su alma,

a los que prefieren arrastrar su soledad palpitante a consumirse en un amor incompleto,

a los que no cazan la atención ni buscan la impostura,

a los que no tienen más patria que su ideales,

a los que saben silenciar las eternas vanidades acechantes,

a los que tienen por única y verdadera religión su sonrisa,

a los valientes que no hallan diferencia entre desnudar un cuerpo y desnudar su alma,

a los que hacen mosaicos de belleza con sus sueños triturados,

a los que comprenden su prisión, y ven al mirlo tras los barrotes,

a los que entienden que el amor es la única servidumbre que libera.


A vosotros, los exiliados del corazón,

os digo: no estáis solos.


PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora