Refulgiendo de promesas
de candidez, tal un rayo
solazando agraces llanos
con efímera belleza,
así dejaste tu estela,
semejante a porción de alma
que busca su congrua hermana
en espiritual unción:
que una fraternal unión
comienza con esto o nada.
¿Poco es? Pero recuerda
que estos versos escasos
testimonian que lo que es bello escapa
si con manos se apresa,
y que nunca un hermano
dirá a su igual que estas palabras bastan.