Suicidio

1K 102 22
                                    

-Buenos días... -Casi bostezo un cansado Tony entrando en el comedor donde todos le recibieron con una cálida sonrisa, incluso T'chala, que tras enterarse del episodio de pánico del multimillonario comenzó a comprender la fragilidad de este. El castaño no se percató de nada ya que iba medio dormido tras pasarse toda la noche en vela revisando la conexión del brazo de su oso polar.

-Buenos días, señor Stark, ¿Cómo se encuentra usted hoy? –Se apresuró a contestar visión mientras se acercaba a él con una taza humeante llena del café favorito de su creador.

-Con sueño. –Respondió honestamente tomando la taza de café con una leve sonrisa al ver al androide, era tan parecido a Jarvis en tantos aspectos que casi se le olvidaba que era un ente totalmente distinto. Fue a darle un necesitado sorbo a su café cuando Bucky apareció arrebatándole la taza y tomando un sorbo de esta arrugando la nariz por el amargo sabor, el café no era lo suyo. –¡Ey! –Protestó el multimillonario.- ¡Eso es mío!

-No comprendo cómo te puede gustar tanto esta cosa amarga cuando adoras el dulce. –Se burló entregándole la taza y recibiendo un bufido molesto en agradecimiento.

-Eso es porque tienes cabeza de chorlito –Le espetó sorprendiendo al moreno y sacando más de una sonrisa a los presentes, aún un poco incrédulos ante la extraña relación de estos dos.- El café es la mejor bebida no alcohólica del mundo.- Sentenció muy seguro de sí mismo.

-Está bien, Tony. –Se rindió el supersoldado.- Tú eres el experto.

-Así me gusta, Bucky Bear. –Le dijo sonriéndole abiertamente.

-¿Bucky Bear? –Murmuraron al unísono Wanda y Natasha con una sonrisa traviesa en los labios, pero antes de tener tan siquiera oportunidad de burlarse un poco del multimillonario, el capitán y Sam aparecieron en escena, este último dirigiéndose famélico al frigorífico a por algo de comer, después de todo, ¿Quién no tendría hambre tras pasarse la noche consolando al capitán a base de puñetazos en el ring?

La sala se quedó en un tenso silencio y más cuando cierto rubio comenzó a avanzar hacia nuestro desequilibrado multimillonario, pero cuando todos ya pensaban que el cap la iba a volver a liarla con Stark, esté lo pasó de largo, dejando cierto alivio y vació en el filántropo, y se dirigió a Barnes con rostro de cachorro apaleado.

-Buck... Quería pedirte perdón por lo de ayer... No debería haber reaccionado así... puede que ahora tengamos un objetivo en común... pero sigues siendo mi hermano y te quiero.... Por eso... yo... lo siento... -Se disculpó un nervioso capitán sintiéndose de nuevo un niño de 10 años siendo regañado.- ¿Me perdonas?

El aludido observó a su amigo sorprendido y un poco confundido al volver a ver por un segundo al debilucho chico de Brooking al que siempre protegía y al que siempre quiso, quizás más de lo que debería, y solo pudor sonreír genuinamente feliz antes de darle un abrazo.

-Tranquilo, Stivie, -Le susurro en el oído mientras aun lo abrazaba para que nadie se enterara.- yo tampoco lo hice bien... sabes que me encantaría no sentirme como me siento... pero...

-Lo entiendo... -Le cortó suavemente separándose de su amigo con una triste sonrisa.- De todas formas la decisión no es nuestra en su totalidad...

Bucky se sintió un poco mal al ver el rostro afligido del rubio, después de todo nunca pudo soportar verlo triste o herido, por eso siempre lo protegía y le quitaba las esperanzas de que entrara en el ejército, no quería verlo herido y mucho menos muerto. Finalmente, suspiró y simplemente dijo lo que siempre le decía cuando eran pequeños para tranquilizarlo, sin pensar en dónde estaban y lo mal interpretable de sus palabras.

-Steve, te quiero, y nunca te dejaré solo... -Murmuró el castaño desordenando las hebras doradas de Rogers, el cual al principio se sorprendió pero luego sonrió tiernamente recordando su infancia.

¿Como acabé así? (Stuckony) (Pausada)Where stories live. Discover now