Capítulo diez.

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***

Sus ojos se abrieron de golpe, soltando unos quejidos en el intento de sentarse en la cama por sí misma, pero su cuerpo se sentía cortado y parecía no tener fuerzas para nada.

Parpadeó un par de veces antes de lograr a acostumbrarse a los rayos del sol que la recibía con los brazos abiertos a través de la ventana. Si estuviera en sus manos adivinar la hora podría decir que sería algo alrededor de el medio día, después de todo la intensidad de el sol era tan ligero que no era novedad después de la tormenta la noche anterior.

"...tormenta..."

– Jack –fue lo primero que pronunció Elsa al despertar completamente de su somnolencia, o al menos intentó pronunciar, pero solo recibió como consecuencia una voz rasposa y casi afónica. Su garganta dolía horrores y su cabeza palpitaba con fuerza, era una completa mierda.

Su mirada se mantuvo unos cuantos minutos sobre la ventana con las cortinas abiertas, pensando en el día anterior, los molestos rayos de el sol comenzaban a hartarla. Digo, ni siquiera podía abrir bien los ojos.

Salió de las sabanas para cerrar las cortinas y trató de levantarse, pero no tomó en cuenta una parte de sus cobijas enrollando su tobillo y cayó al piso con un fuerte sonido a la par.

Se escucharon pasos corriendo por el pasillo, y pronto después se abrió la puerta de su habitación con brusquedad.

– ¡Elsa!

– ¡Shh~, no grites, maldición! –susurró la rubia, tomando su cabeza en manos y masajeando sus sienes. La voz que había brotado de su garganta había donado espantosa, pensó en cuanto se escuchó a si misma, como si hubiera estado tomando tanto hasta perder la conciencia. ¿Realmente había tomado tanto? Intentó hacer memoria, pero esto fue en vano, solo logró que su cabeza doliera aún más. Como si eso fuera posible.

– Dios, Elsa, ¿Estás bien? –suspiró Jack de alivio, ayudándola a levantarse de el piso.

– Mi cabeza me da vueltas –se quejó. Jack miró a Elsa con ojos divertidos, eso sonaba como una resaca hecha y derecha–. Siento mi cuerpo cortado y mi garganta arde como el infierno...

– Lo sé, debió haber sido la lluvia. El agua se metió hasta tus botines –rió Jack, sentándose a un lado de la chica, dispuesto a tener la conversación pendiente entre ambos en ese mismo momento.

¿Será que eso significaba algo para ella? O en el peor de los casos, ¿Era un simple error por los efectos de el alcohol sobre sus venas?

No, no podía ser así. Él estaba completamente consciente cuando todo eso sucedió, eso no podía ser un simple error. Por supuesto que no.

Ella lo había besado, y lo había besado enserio. No solo fue un simple rozón de labios accidental. Elsa lo había besado más de una vez.

No pudo ser un error. No.

"En el peor de los casos, pudo haber sido una confusión, ella estaba ebria hasta la médula, había tomado demasiado. Quizá ni siquiera le había dado tanta importancia como el, quizá solo había sido un chico más con el que se besó durante una buena borrachera" Casi al instante en que lo pensó, logró arrepentirse al sentir un vacío en su pecho.

Le dolía. Algo le pulsaba en el alma; y como si fuera su única tabla de salvación, Jack se aferró al pensamiento de que era porque, de lo contrario, su amistad había quedado arruinada. Después de todo, Elsa había sido su fiel compañera desde los 12 años hasta esa noche. Ella era a quien había cuidado desde que había ingresado por la puerta de el tupido salón de quinto grado y con voz clara pronunció: "Hola, mi nombre es 'Ela' Arendelle y estoy buscando al hámster de mi amigo Kriss, ¿Lo han visto?"

Le dolería bastante no ser correspondido, pero, no se comparaba con que ella se alejara. Le dolería un mundo perderla por un simple resbalón.

Porque, el simple hecho de imaginarla lejos lo dañaba de una manera sobrenatural.

No, no podría resistir saber que todo había sido culpa suya y esa noche en que rogó porque le acompañara.

– Yo..., sobre lo de anoch--

Elsa frunció el ceño con anticipación, rió levemente, y negando la cabeza con confusión interrumpió: – Espera, espera. ¿La lluvia?

– Si, la de anoche después de salir de el pub.. –respondió el albino, en un tono obvio– Decía; sobre lo de aye--

Elsa estornudó.

– Dime, Jack, ¿Tomé whisky? –susurró Elsa en una ida de su dicción, carraspeando para obtener su voz de nuevo y repitió: – ¿Tomé whisky ayer?

– A-Ah, si..

– ¡Con un demonio! –Exclamó la rubia, levantándose de la cama con sorpresa y se llevó las manos la cabeza. Casi en el momento se arrepintió de su acción, pues gracias a la brusquedad de su movimiento su cabeza dolió aún más. Agitó la cabeza un poco y se deshizo de las palpitaciones un segundo–...Mierda....

– ¿Qu--

– Soy tan estúpida –se lamentó Elsa, aún sin despegar sus manos de su rostro– Y-Yo... ¿Dije algo de más anoche?

"....Lo olvidó...."

El Frost mayor levantó la vista y la miró fijamente a los ojos. Sus enormes y gruesas cejas castañas estaban curvadas de una manera curiosa, en un gesto que Elsa hacía mucho que no le veía a Jack en la cara. Como si sufriera una gran pena. Sus ojos parecían haber perdido su brillo natural.

Poco a poco, Jack pareció volver a la realidad, tragando saliva con fuerza, tomó a Elsa por la mandíbula y besó su frente.

– No, Els –susurró el joven quedamente– No lo hiciste.

– De acuerdo –sonrió Elsa levemente, acunanado su mismo rostro entre las manos de Jack.

– ¿Quieres que te traiga el desayuno a la cama...? No quiero que te enfermes más, estas hirviendo.

Sin esperar alguna respuesta por parte de la Arendelle, Jack salió de el cuarto, cerrando la puerta al salir.

Sus pies se encaminaron hasta la cocina donde tenía todo el desayuno listo y se recargó en la cómoda, suspirando.

– No lo hiciste –repitió Jack, frunciendo sus labios en una línea recta. Intentando convencerse a sí mismo que así era.

***


Cómo vivir con un Frost, y no morir en el intento.

Lagunas mentales. Vaya forma de jodernos el Jelsa, ¿No es verdad? xd

No me maten, plz. :'v

Hoy entré a tercero de secundaria, 10 meses para el examen del comipems. Estoy hasta la jodida mierda ;-;
Deséenme suerte para este año xd💔

Addio, miei cuori!

~Lexy_Gray☪️

Cómo vivir con un Frost, y no morir en el intento [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora