Valor.

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Pudo sentir como cada pedazo de mi cuerpo comienza a desmoronarse, como el resto destrozado de lo que una vez era mi alma descansa en las cenizas de mi autoestima.

Gotas de agua, rayos, una tormenta incontrolable que ni el más poderoso de todos los hombres podía detener o siquiera protegerse de ella, levante lo poco que me quedaba de rostro,al ver el desastre acercarse feroz mente ante mi posición, sentí miedo porque el fin se aproximaba, desesperación porque sabía que nadie vendría al rescate, pero aún con todo esos sentimientos, logré armar un cuerpo estable para moverme, tomé un puñado de mi alma junto unas pizcas de autoestima y lograr ver a la feroz tormenta con unos ojos desafiantes.

"Aún no." me dije, "Aún no me daré por vencido." me repetí con entusiasmo, se me habrá escapado una sonrisa picara sabiendo que esto sería algo desafiante.

No dudo en dar un paso y en ese instante un rayo cae a milímetros de donde estaba, dígase suerte, pero no me intimida el avanzar, ya no más.

Sigo avanzando mientras que a la vez escucho una voz bastante familiar, cálida,  acogedora, me pregunté quien era la portadora de dicha voz, todo el entorno parecía estar calmandose poco a poco con cada paso que doy. Dejo de caminar y comienzo a trotar, los objetos que estaban en el aire por causa de los tornados comenzaban a caer, madera, vidrios rotos, autos, motos, los trató de evadir sin mucho éxito ya que una tabla con clavos me golpea la pierna derecha derribandome y dejándome herido, pero ya basta de rendirse.

La voz  me llamó por mi nombre pero con un tono preocupado, me levante con bastante dificultad y volvi a trotar aunque cogeando a causa de la herida que tengo, pero ya nada quebrara mi espíritu, es vivir decepcionado o morir satisfecho.

Luego de un pequeño lapso de tiempo, caigo derrotado, me habré dañado los brazos gracias a mi poca agilidad, ya no.. No puedo..

"¡Despierta!" Abro mis ojos, es mi habitación, ella está como siempre, solo que sus ojos muestran preocupación, otro mal sueño, pero después de todo.. Tuve que pasar por mucho lograr independizarme, ¿estoy satisfecho? Claro que no, aún falta mucho más, quien sabe cuando otra tormenta ataque otra vez..

Mis pequeños relatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora