El guardian de su sueño final

Capítulo 33

Al llegar Becca y Douglas se bajaron y mientras el autobús se marchaba, se sorprendieron al ver a Eddie esperando en la puerta de la casa. Después de los abrazos, a Becca le regaló un cachorro al que llamó Odie y estuvieron un rato los tres juntos. Eddie invitó a Douglas a pasar unos días en Ibiza y ya que tenía las maletas hechas se marcharon enseguida.

~ 💙 ~

Becca abrió los ojos entre la penumbra de su habitación y pudo distinguir a un hombre junto a la ventana. De hecho, estaba sentado a horcajadas sobre el marco, con un pie apoyado firmemente en el suelo y el otro colgando despreocupadamente por fuera. Con una velocidad desmesurada llegó hasta ella y le tapó la boca con demasiada fuerza como para que no pudiera hablar hasta el punto de que empezó a dolerle la mandíbula y le costó respirar. Becca se agitó bajo un peso aplastante y trató de pedir auxilio contra la mano que le tapaba la boca aunque después recordó que estaba sola.

- Te avisé con los mensajes pero no me hiciste caso - le dijo una voz en la oscuridad - ahora serás mi venganza!

En el lapso de unos pocos minutos, el trabajo estaba hecho.

La amordazó con un trozo de tela encajándole un gran nudo justo en la boca; después de atarla de pies y manos.
La saliva hizo que el desagradable sabor agrio del trapo se intensificara; Becca se dio cuenta de que estaba impregnado con algo y acto seguido, notó que su consciencia se rompía en mil pedazos, como un rompecabezas inacabado. El pulso se ralentizó mientras su cuerpo dejó de responder; de repente las sábanas se agitaron a sus pies y Odie salió a toda velocidad de ellas, abalanzándose sobre el brazo y la mano del intruso e infligiéndole varias dentelladas profundas y cortantes. El hombre gruñó sorprendido y le dio un manotazo; el cachorro salió despedido y fue a estrellarse contra la pared, cayendo inconsciente al suelo. El hombre se inspeccionó la mano sangrante, dio con un pañuelo que había en la encimera, se la envolvió con él y volvió a ocuparse de Becca.

Con todo, unos pocos pensamientos lograron abrirse paso a través de aquella capa de ausencia; como destellos de luz en la oscuridad.
Becca pensó en Jackson, en los profundos tonos de azul de sus ojos y en su lobo al que adoraba. Tuvo que reconocer que jamás había sido tan feliz como en los momentos que había compartido con ellos.
Su pulso cada vez era más pausado, el corazón le pesaba y le dolía por los sentimientos contenidos como un nudo ajustado dentro del letargo.

<< te necesito Jackson... >>

~ 💙 ~

Poco antes del mediodía, Skyler fue a visitar a su amiga y cuando llegó a la puerta se la encontró medio abierta.

- Que extraño - murmuró.

Abrió la puerta del todo y caminó lentamente observando que todo estuviera bien.

- Becca? - dijo alzando la voz.

Al no obtener respuesta subió las escaleras y al llegar a la habitación no pudo creer lo que vio.

~ 💙 ~

Después de llamarlos, Jackson y Lincoln llegaron la casa de Becca y corrieron entrando a la habitación hasta ver a Skyler con un cachorro herido en brazos.

- E buscado a Becca por toda la casa y no está; e encontrado a este cachorro en el suelo y además... hay sangre en la cama!

A Jackson y a Bastian les llevó unos instantes contener el ataque de pánico que les sobrevino. Notaron una punzada recorrer su cuerpo de la cabeza a los pies y una explosión de energía en el corazón, una necesidad abrumadora de matar.

- Reconocéis ese olor? Os resulta familiar? - preguntó Lincoln.

- Sí, es... - dijo Jackson empezando a aspirar por la nariz.