Becca es una de las tres chicas más populares del instituto WORLD y forma parte de una de las familias más codiciadas de la ciudad.
Jackson es un hombre lobo de diecisiete años; el beta de la manada Holy Moon (sagrada luna) mejor amigo de Lincoln, e...
Becca llegó a casa hambrienta, con ganas de ducharse y tumbarse en el sofá para ver la tv pero lo primero que hizo fue ir a la habitación de su padre; no había nadie allí así que cerró la puerta y se encaminó hacia el despacho encontrándolo vacío.
- Papá? Grace? - dijo pasando por la cocina.
- Estamos aquí!!
La voz de Grace provenía de el patio trasero, así que se encaminó hacia allá viendo a su padre en la silla de ruedas con ella dejando en la mesa dos tazas de café.
- Papá!! - dijo sorprendida - me alegra que hayas salido de tu habitación!
Apoyó su mano en la de su padre y cuando vio que movía la otra creyó que se la iba a retirar pero se asombró más en cuanto la puso encima de la suya acariciándola con el pulgar. Ese simple gesto significó tanto para ella que tuvo que parpadear varias veces para no echarse a llorar; carraspeando dirigió su mirada a la de su padre.
- Esta tarde iré a comprar un marco y lamparitas para tu despacho, quieres venir conmigo?
Esa caricia había sido un gran avance y aunque le vio negar con la cabeza, no se desanimó; poco a poco conseguiría que volviera la alegría en él. Puede que no toda por la pérdida de esos dos ángeles que se habían ido al cielo apresuradamente pero si una pequeña chispa de esa paz que siempre tuvo y otorgó en los momentos que más lo había necesitado.
- No importa - dijo sonriendole mientras se levantaba - ahora voy a ducharme y comeré a tu lado si sigues aquí después, vale?
Le dio un beso en la frente y subió para ducharse; como tardó más de lo usual, cuando llegó al patio ya no había nadie.
- Tranquila Becca - dijo Grace apoyando la mano en su hombro - a reaccionado a tu contacto, algo es algo!
- Tienes razón - suspiró - vamos progresando!
- Te e calentado la comida!
- Gracias Grace, estoy famélica - dijo oyendo a su estómago rugir.
Fue a la cocina y se comió los tallarines a la parmesana que le sentaron de maravilla.
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Salió de la casa pensando en lo que tenía que comprar; remplazar las lamparitas rotas por unas nuevas y sobre todo, el marco. Entró en el centro comercial cuando las puertas correderas se abrieron y se dirigió a las escaleras mecánicas para subir a la primera planta. Se adentró a la tienda de artesanía; estuvo mirando varios estantes, los distintos marcos. No quería equivocarse de tamaño, así que se había traído consigo la foto en la que salían su madre y su hermano. La fue probando encima de los marcos para ver cuál quedaba mejor con esa imagen que la llenaba de nostalgia mientras sus caras demostraban felicidad. Al fondo observó uno que le llamó especialmente la atención; era justamente del tamaño apropiado, de color blanco y tenía unos arabescos o firuletes que quedaban muy bien para la foto.
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Lo cogió caminando hacia el mostrador donde la mujer le dijo el precio y ella lo pagó. Salió de allí y fue andando mirando los escaparates hasta que llegó a la que quería; utensilios para oficinas. Preguntó a la mujer por lamparas para despachos y ella la fue enseñando algunas de ellas pero no la gustaban hasta que vio unas bastantes modernas.
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Compró dos y salió de allí pasando por los recreativos; cuando iba a pasar de largo, algo llamó su atención. Al fondo, más concretamente al lado de la máquina de Pac-Man había mucha gente pero creyó ver a Annie. Verla no sería inusual sino fuera porque parecía magrearse y besarse con alguien; desde luego se tenían muchas ganas ya que parecían estar a punto de violarse allí mismo; esa imagen la repugnó y estaba por darse la vuelta e irse cuando el chico giró un poco la cabeza y lo reconoció haciendo que se le cayera la mandíbula hasta el suelo de la impresión tan grande que la dio verlos a los dos.
