Yon había tenido que salir el día de hoy de la ciudad por algo relacionado con el trabajo, Lexi seguía evitándome y yo aquí estoy, deprimida y sola. Es cierto que las mujeres somos una montaña rusa de emociones, y hoy es un día en que me encuentro en un punto bajo.
Me levanto de la cama y me estiro para que mis músculos no se entumezcan. Camino descalza por la casa. Adoro el suelo que tiene, es liso y suave. Le doy una ojeada a mi móvil por si hay mensajes o llamadas, pero no. Suelto un bufido. Estoy terriblemente aburrida...
Se me ocurre una idea... Sonrío, pensando que a Lexi le va a encantar. Cojo mi bolso y salgo de la casa. Voy andando hasta una cafetería cercana donde venden unos muffins y cupcakes deliciosos, y con unos decorados monísimos. Sé que a Lexi le encanta los de arándanos, así que compro un par de esos, uno de chocolate, otro de fresa y uno de limón. La señora de la cafetería los mete en una cajita de cartón y me la entrega.
Cuando llego a casa de Lexi lo primero que hago es observar si está dentro, y veo unas luces encendidas. Llamo a la puerta y espero. La puerta se abre y me encuentro con Nina.
-¡Amaral! ¿Qué tal te va? hacía días que no sabíamos de ti chica. Lexi me dijo que estabas ocupada y eso... Pero pasa, no te quedes ahí.
Entro mientras proceso eso que me acaba de decir. ¿Lexi le ha dicho que yo estaba ocupada? Cada momento me gusta menos lo que oigo. Una vez que me siento en el sofá, le pregunto: -¿Lexi está aquí?
Nina asiente. -Acaba de terminar de ducharse, voy a avisarla de que estas aquí.
La rubia se va del salón y yo espero impaciente. A los pocos minutos aparece Lexi, con cara de enfado, y tras ella está Nina que tiene la confusión escrita en su cara.
-¿Qué haces aquí? -Me pregunta bruscamente Lexi.
Me levanto para enfrentarla y dejarle las cosas claras. -Yo soy la que debería hacerte las preguntas ¿no crees? Empezando por qué me expliques que te he hecho para que me evites y no quieras verme, o cogerme las llamadas. Y sin razón ninguna, de un día para otro. Me siento bastante confusa, la verdad.
-Créeme que lo hago por tu bien... Deberías irte...
Suelto una carcajada. -No me muevo de aquí hasta que me cuentes que está pasando.
Parece pensar, se gira y le pide a Nina que nos deje a solas. Y la chica se va.
-¿Y bien?
Da un largo suspiro. -¿Recuerdas que te dije porqué Nina había vuelto? -Le digo que sí con la cabeza y ella sigue. -Pues me ha contado quien es.
Se queda en silencio.
-Y...
-El chico del que está enamorada, su ex...
-¡Suéltalo de una vez!
-Se llama Yon y es psicólogo. ¿Te suena? -Dice de forma sarcástica.
Me quedo pasmada. Joder, joder... De todos los hombres del planeta ¿Porqué el mío? En ese momento volví a sentarme, y Lexi se sentó frente a mí.
-Aún así, ¿qué tiene que ver eso con que me trates como me has tratado?
-Pues porque Nina también es mi amiga, no podía dejarla así. Está tan enamorada y decidida... ¿Qué querías que hiciera? ¿Que la dejara sola?
-¡No! ¡Es mucho mejor dejarme sola a mí! Somos amigas desde niñas... Lo primero que deberías haber hecho es contarme lo que estaba pasando. Yo siempre he sido sincera contigo ¿sabes? Y jamás hubiera puesto a otra persona por delante de ti, ¿y sabes por qué? Porque eras MI MEJOR AMIGA. Eres mucho más que cualquier otra persona. -Yo había explotado, y hasta que no lo soltara todo no iba a parar. -Oh, perdona... ¡Siento haberme enamorado del EX de tu amiguita! ¡Perdona por haberme enamorado de la persona que ha estado a mi lado cuando estaba mal! Porque Yon ha cuidado de mí sin ser nada mío ¿entiendes? ¡Incluso cuando he intentado quitarme la vida! Porque gracias a él ahora soy la persona que debía ser... Así que perdona por haberme enamorado, no sabía que eso iba a hacer que mi única amiga me diera de lado.
ESTÁS LEYENDO
La chica del cabello de fuego
RomanceElla era una mala influencia, una chica mala. Con el tiempo Amaral se había ganado esa fama. Todos huían al verla, la miraban con temor o ni siquiera la miraban a los ojos. Corrían todo tipo de rumores sobre ella. Le gustaba aquella fama, así pensab...