Capítulo 5

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Sentía una calidez envolverlo, junto con un aroma agridulce.

Suspiro, buscando acercarse más a esa agradable sensación.

Una vibración choco contra su mejilla, haciéndolo entre abrir los ojos.

Rojo.

Lo primero que vio fue un par de ojos rojos que lo miraban con un deje de burla y altanería.

- ¡ah! –chillo asustado y sorprendido por partes iguales, notando que se encontraba en los brazos del alfa, con el rostro apoyado aun en su pecho. La vibración que sintió debía ser la risa del lobo.

- Izuku, hijo, despertaste – Midoriya volteo despacio, encontrado la mirada preocupada de su madre y la divertida de Mitsuki. Se sonrojo tanto que podía sentir como vapor salía de sus orejas.

No queriendo seguir sosteniéndose el rubio, que con cada movimiento que hacia Izuku, él lo apresaba aún más a su cuerpo, casi con ira contenida. Midoriya intentaba que lo bajara para caminar por su cuenta.

Y alejarse a una distancia prudente.

- ¡y-yo...! – intento hablar entre su nerviosismo, y miedo, pero solo lograba balbuceos.

- Mierda deku, deja de moverte, apenas despiertas de un desmayo imbécil.

- ¿deku? – pregunto extrañado, pero no menos inquieto. Katsuki podía sentir la tensión en el cuerpo de su pareja destinada, intuyendo que el nerd de mierda seguro recordaba su habilidad para con las explosiones. El rubio gruño y lo miro con molestia, caminando hacia lo que parecía su habitación.

¡Mierda!

¡Iban a su habitación!

- ¿m-m-m-mamá? –pregunto tentativamente mirando a su madre, que se veía nerviosa a pesar de su sonrisa.

- Me alegra que despertaras hijo, pero es mejor que descanses correctamente, el cansancio debió provocar tu desmayo, Izuku.

Si su madre supiera que se desmayó de miedo...

¿Qué le diría All Might si se enterara de aquello?

- P-pero ya estoy bien, así que...

- ¿Pero qué dices Izuku-chan? – Mistuki se acercó, acariciándole los cabellos como si deku fuera su mascota.- es bueno descansar, y descuida que el idiota de mi hijo no hará nada.

El rostro que compartieron ambos lobos fue del más grande desafío, provocando que los dueños de casa sudaran excesivamente nerviosos.

- P-por aquí por favor –tartamudeo Inko abriendo la puerta de la habitación de su hijo.

- Estúpido nerd. – escucho murmurar a Katsuki en cuanto el cuarto se ilumino mostrando la preciada, y excesiva, colección del símbolo de la paz que bañaba el cuarto.

Mierda, mierda ¡y más mierda!

¡¿Por qué su puto lobo interno se había fijado en un mocoso enfermo como este?!

Entonces con furia bajo la mirada sintiendo el aroma atrayente y natural de deku, con un poco de cítrico provocado por los nervios...

Deku de mierda.

- Por favor Katsuki-kun – escucho a Inko indicándole la cama, supuso que debía dejar al nerd ahí para que el imbécil se recostara. Sin embargo al hacerlo y ante los extraños nervios y sonrojos que habían en el rostro pecoso... lo hiso mal pensar.

Era noche de luna, MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora