Era noche de luna, Midoriya

Capítulo 15

Izuku se encontraba en su alcoba haciendo los deberes, calculando como debería dividir el tiempo de estudio para los exámenes prácticos y físicos.

Suspiro agotado mentalmente, dejando caer la pesa que estaba en su mano y levantarse a tomar un refrigerio, su madre había estado en casona del alfa, aprovechando la visita se dispuso a hacer galletas junto con Mitsuki, galletas que él estaba dispuesto a comer como aperitivo.

Estaba caminando por el pasillo cuando escucho a Katsuki discutir en su habitación.

- Hare más rondas.

- Estás loco – la voz de Kirishima se escuchó con un gruñido.- estas exigiéndote demasiado Bakugou.

- Es mi deber como alfa.- la voz de Katsuki era gruesa y ronca, seguro de que en cualquier minuto empezaría a gritar.

Midoriya ansioso se quedó en su lugar, dejando la luz que pasaba por entre la puerta fuera como una línea entre seguir su camino o seguir escuchando.

- No es tu único deber como alfa, debes confiar más en nosotros.

- No es tu asunto, punk, yo sé lo que hago- escucho el rose de la tela, unos pisotones- fuera.

- ¡Arg! – grito Kirishima frustrado, caminando con pasos fuertes.

El pecoso se puse nervioso, mirando a todas partes sin saber qué hacer y sin lograr que su cuerpo reaccionara a tiempo antes de que Kirishima pudiera abrir la puerta y encontrarse.

- ¿Midoriya?

- ¡ki-Kirishima-kun! –sentía el sudor frio correr por su frente, sin saber cómo explicarse o que decir, sin embargo...

- ¡me alegro que estés aquí hombre!

- ¡¿he?! – el fuerte agarre en sus hombros le hizo mirar fijamente la inusual seriedad en el lobo.

- Habla con el testarudo de tu prometido.

- ¡¿p-p-perdón?! ¡¿p-pro-prometido?! – el color le subió hasta la raíz del pelo, moviendo de forma extraña sus manos para intentar cubrirse.

- ¡eres el único que puede hacerlo entrar en razón! ¡por favor Midoriya!

La intensidad con la que dijo esas palabras, y la seriedad con la cual le miraba Eijiro dejo atónito e incapaz de hablar al heredero de One For All.

- Ki-Kirishima-kun yo...

- ¡¿Por qué mierda hay tanto parloteo?! – un iracundo rubio abrió las puertas de su habitación de golpe, haciendo saltar en su lugar a los otros jóvenes.- ¡¿Qué mierda hacen cacareando afuera de mi habitación a estas horas?! ¡y tú! – señalo a un asustado Midoriya- ¡¿Qué mierda haces rondando a estas horas por la casona?!

- ¡Kacchan! ¡y-yo...!

- Vamos katsubro no te desquites con él, es solo que...

- ¿no te dije hace mucho que te largaras pelos de mierda? ¿Por qué mierda aun sigues aquí?

- ¡arg! – grito frustrado, dando la vuelta para irse dando pisotones- ¡eres imposible!

Durante unos minutos solo se escuchó la respiración pesada de Katsuki mirando en la dirección donde se fue el lobo. Izuku solo lo observaba en silencio, presionando las manos en su pecho por sus ardientes deseos de tocar el torso del contrario buscando tranquilizarlo.