Amor Zodiacal

~9. Sagitario

Sebastian y Nathan se habían hecho amigos cuando eran muy pequeños y con el paso de los años su amistad se fortaleció, en gran medida por su mutua manía de meterse en problemas "Cada día es una oportunidad para intentar algo nuevo" decían cada vez que eran reprendidos por haber hecho algo estúpido, peligroso e imprudente.

Cuando Nathan comenzó a salir con Corin la chica de sus sueños se pensó que por fin se detendrían pero no fue así, siguieron exactamente igual aunque ahora eran mas moderados. Para desdicha de todos una espantosa guerra dio inicio y el ejercito recluto a tantos jóvenes como podia para que ayudaran en el campo de batalla entre ellos a Nathan y Sebastian quienes enseguida destacaron por sus habilidades.

-mañana sera el día soldados, atacaremos al primer escuadrón antes de que el sol se asome y para cuando llegue la tarde sus trincheras serán nuestras- hablaba el capitán señalando puntos en el gran mapa que estaba sobre la mesa, un "si señor" por parte de todos dio por terminada la reunion.

Al salir de la carpa del líder del escuadrón los jóvenes fueron a prepararse para los acontecimientos que ocurrirían en la madrugada, todos estaban temerosos de perder su vida en batalla, unos mas que otros pero ya nada podían hacer.

-Hey Seb, sera un día muy movido mañana ¿eh?- hablo Nathan nerviosamente tratando de hacer mas ligera la tasion que se sentía por todo el lugar.

-Si, bastaste movido- respondió Sebastian igual o mas nervioso que su amigo -Tengo miedo Nat, todos estos años haciendo cosas estúpidas y jamas me había puesto a pensar en que hacer con mi vida mas allá de eso... Soy un fracaso amigo, pero realmente no deseo morir.

Confeso el castaño bajando la mirada, de los dos el siempre había sido el mas valiente, intrépido y audaz pero ahora estaba asustado, Nat soltó un suspiro profundo y puso su mano en el hombro de su amigo en señal de apoyo.

-Yo también tengo miedo Seb, todo esto esta mas alla de nuestros limites- el estaba asustado también, tenia una novia por la cual volver y no deseaba tirar todo ese futuro por la borda -siempre hemos estado juntos en las buenas y en las malas así que hagamos una promesa- sugirió poniéndose frente al castaño.

-muy bien, pero ¿que promesa?- indagó este con curiosidad.

-no dejaremos que ninguno se quede atrás, yo estoy aquí para ti y tu lo estarás para mi ante cualquier situación... Vamos a volver a casa juntos- Sebastian asintió y un lo prometo salio de sus labios, estrecharon sus manos sellando la promesa y esperaron a que la hora llegara.

[...]

El campo de batalla era un caos los ruidos de sus cañones y los de los enemigos ensordecían al escuadrón y la lluvia de balas los hacia caer uno tras otro. Resultó ser que el ejército enemigo era mucho mas poderoso de lo que habían imaginado obligándolos a retroceder y emprender una retirada.

-¡A las trincheras! ¡Retirada!- gritaba el capitan viendo a sus subordinados perder barazos y o piernas con cada explosión.

Todos corrieron a refugiarse menos uno, Nathan se había quedado atrás luego de recibir un disparo en la pierna que si bien no era mortal le impedia avanzar, dándolo por perdido el resto lo dejo atrás para salvarse a si mismos, pero no Sebastian que corrio hacia él en medio del tiroteo a pesar de la orden que había recibido de no hacerlo.

-¡Nathan! ¡Hermano!- gritaba con desesperación y cuando por fin llego hasta el lo ayudo a ponerse en pie y salir de ahi fue una suerte que ambos llegaran con vida hasta donde estaban sus compañeros.

Todos estaban admirados por la valentía de Sebastian y aunque el capitán lo había reprendido por desobedecer no dudo en ponerlo al frente del pelotón junto a él, a partir de ahí todos confiaban en el para cualquier situación. Nathan por su parte solo era uno mas del montón, era buen soldado sin duda alguna pero siempre pasaba desapercibido o si se mencionaba era para decir que era el protegido de Seb por no decir "su perra" y esto no era algo que le gustara en lo mas mínimo.