Alivió.

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Seguía ahí parada, como tonta sin decir una sola palabra.

— ¿que pasa Andrea?   –dijo mientras me tomaba por los hombros y con más preocupación.

No pude responderle, no lo haría, si abría la boca el sabría la estupidez que hice y tenía que arreglarlo antes de que él se enterará, entonces sólo quite sus manos de mis hombros y me fui a casa pensando que haría para arreglar esto.

Al llegar noté como mi madre discutía con alguien, podía escucharla hasta la puerta de afuera, al entrar no quería entrometerme así que me fui directo a mi cuarto pensando en la estupidez que hice hoy al contarle a Sofia, la verdad ni recuerdo que es lo que había dicho no podía recordarlo así que mi preocupación llegó al máximo y recordé que podía hablar con ella a través de Facebook, así que fui corriendo muy torpemente a la computadora, abrí mi cuenta y comencé a buscarla, debía estar conectada luego habló con ella después de clases, la busque pero no eataba conectada así debía dejarle un mensaje, más tarde cuando se conectará lo vería y me contestaría

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Chat: Sofia

Hola Sofi, oye quisiera hablar contigo. Ya no terminamos de hablar y quisiera hablar contigo en la escuela mañana, tengo que pedirte algo, podría ser algo urgente

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¡ANDREA!   –gritó mi madre

En ese momento baje de inmediato, no quería pelear con mamá.

— ¿que pasa? 

— ¿de quien carajos es esta porquería?   –dijo enseñando una pequeña bolsita con un poco de marihuana.

Me sorprendió un poco y estaba confundida hasta que de momento recordé que yo tenía un poco en mi mochila así que abrí los ojos como plato

— ¿porque haces esa cara Andrea? ¿Qué es tuya? –preguntó muy molesta mi madre.

— No, te dije que ya lo deje ¿acaso no confías en mi?

— ¿entonces de quién carajos es?

Sólo podía mirarla, no podía asegurar que fuera mía no hasta revisar mi mochila.

— Hasta que me digan de quien es esta porquería nadie puede salir.

— ¡Mamá no es justo! No puedes tenernos aquí encerrados

— ¡Si, si puedo!  Soy su madre y si mis hijos hacen estupideces me aseguraré de que dejen de hacerla, y haré lo que sea necesario.

— Mamá oye se que quieres lo mejor para nosotros pero es mucho que no nos dejes salir, Brayan debe trabajar y yo ir a la escuela.

— Pues ninguno ira, así que de una vez los quiero en sus habitaciones ¡Ya!  –dijo gritandonos.

Yo no dude en ir a mi cuarto a revisar en mi mochila si aún tenía la marihuana que me había dado Carlos, revise la mochila y me alteré más al no hallarla donde la guarde, volte la mochila haciendo que todas mis cosas cayeran al piso, busque y busque y jamás la encontré.

¿Como es posible que se haya caído? La tenía bien guardada, se que mi madre no revisaría mis cosas pero se quien si pudo...

Molesta salí de mi habitación a la de Brayan, ni quiera toque la puerta sólo entré gritando

— ¿porqué lo hiciste?

— ¿de que estas hablando?  –dijo mientras se sentaba en su cama.

— Por favor no te hagas el tonto, se que fuiste tú.

— Oh hablas de la marihuana  –dijo suspirando.

Una chica en apuros. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora