Problemas

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Me miraba sin decir nada, parada a la entrada de la cocina, yo sabía que significaba eso me había visto en la puerta con Daniel.

Aclaré mi garganta y dije tratando de estar tranquila

— ¿qué sucede madre?

— Debemos hablar, de hecho esto es importante  –dijo muy seria.

— Te escuchó  –dije resignandome al regaño por venir con Daniel.

— Tenemos un problema

Dios ya lo sabe, no puede ser ¿que me hará? ¿Que me dirá? No quiero separarme de Daniel, debo protestar es mi vida y no me alejare de él.

— Ya lo se, y se lo que me dijiste pero no dejaré de hablarle me cae bien y...

— Espera, ¿de que estas hablando?   –me interrumpió confundida.

— ¿tú de que hablabas?

— Yo solo tengo que decirte algo serio, pero continua ¿de quien hablabas?

¡Ohh cielos! ¿Que hice?

— No no, de nada. Sigue diciéndome ¿que clase de problemas tenemos?

— Tenemos problemas con el dinero y mi trabajo.

— ¿que pasa con eso?

— Tenemos que hacer otra cosa para ganar más dinero para la casa, ahora que tú hermano regreso a casa son más gastos y necesitamos hacer algo más, necesitó tu ayuda en esto.

— Claro que te ayudaré pero también Brayan debe hacerlo, el es que vive aquí ahora sin aportar nada, el debe de ayudar igual.

— Hija eso lo se, pero ahora debemos pensar en algo no podemos seguir así. Y aparte tu hermano ya tien un empleo ¿no lo sabías?

— No ¿desde cuando?

— Tiene como una semana hija, él me dara dinero para la casa pero aun así necesitamos más, y debemos pasar más tiempo juntas, debemos hacer esto juntas en esto.

No entendía porque quería que estuviéramos tan juntas pero aun así accedí, no tenía nada de malo así que sólo quedaba ver que haríamos juntas.

— Bueno hablaremos de eso luego, vallamos a dormir.

****
Desperté algo tarde esta mañana así que sólo tenía el tiempo suficiente para desayunar y arreglarme.

Baje a la cocina a hacerme algo rápido de desayunar, y mientras comía miraba la televisión, veía una película de amor y sin darme cuenta me imaginaba que los protagonistas de la película éramos Daniel y yo  viviendo toda una historia de amor como las que aparecen en películas o novelas románticas. Me quede fantaseando un buen rato hasta que recordé que era día de escuela, corrí hacía la regadera para darme un baño rápido y estar lista para cuando  pasaran por mi.

No tarde mucho en salir así que me vestí lo más rápido que pude y me cepillaba el cabello cuando escuche como tocaban la puerta, entonces me apresuré, sentía como me arrancaba el cabello pero debía apresurarme, lo acomode, baje y tome mi mochila para salir lo más rápido posible.

Al salir casi corriendo note como Víctor y Carolina ya estaban caminado hacia la escuela así que empecé a caminar algo rápido pero me detuvo de golpe, alguien tomo mi brazo

— ¿A dónde con tanta prisa?
–me dijo Daniel divertido.

— Callate, sólo pensé que se iban sin mi.

—  Ellos lo hacen, yo no  –dijo mientras me soltaba y me miraba con una dulce expresión.

Eso me hizo sonreír tanto que hasta creo que me ruboricé, y él notó algo en mi ya que empezó a sonreírme

Una chica en apuros. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora