Una chica en apuros.

Maldito Daniel

Yo confundida casi gritando le dije

- Daniel ¿que que esta pasado?

Daniel solo me miraba como con odio

Yo repetí
- Daniel ¿que esta pasado?, ¿como que estamos en graves problemas?

Él solo se limitó a decir
- Todo estará bien, yo me aventaré la broca

En ese momento llego Brayan, mi hermano, al verlo, molesto le dijo a Daniel

- ¿Qué estás haciendo aquí?

Daniel volteo a verlo sonriendo y contesto

- Aquí besando a tu hermanita Andrea un rato

Yo entre mí, pensaba que ya van 2 veces que dice que me quiere besar, pienso si lo dice en serio o en broma.

- Largate de mi casa ahora mismo Daniel -dijo Brayan gritando muy molesto-.

Yo interrumpí

- No se va a ir, tiene que explicarme algo -dije algo molesta- y estoy esperando una respuesta Daniel -le dije seria-.

Daniel me miró con mirada fría y contestó

- Yo no le doy explicaciones a nadie ni a mi madre ¿entendiste? -dijo en todo muy serio-.

- Quiero que me digas por que nos dispararon -dije ansiosa por esperar respuesta-.

En eso mi madre llego a casa y vio a Daniel, parecía asustada sólo con verlo

Y dijo casi tartamudeando
- ¿él que hace aquí?

Daniel muy alegre contestó

- Arreglando asuntos señora, no se preocupe ya me voy, hasta luego -dijo muy amable-.

Lo vi salir de mi sala y hasta llegar a la puerta y salió.

- ¿que hacía aquí? -pregunto mi madre un poco molesta-.

Conteste rápidamente antes de que Brayan inventara algo estúpido.

- Nada, arreglado los problemas de Brayan

No le quiera decir que me habían disparado ni de chiste porque se preocupara y me regañara como nunca antes lo ha hecho.

Daniel

Salí de la casa de Andrea, ya que estaba llegando su familia en ese momento.

Yo tenía una cierta fama en este barrio, y según yo me temen por aquí.

Mientras iba para mi casa aparecieron dos tipos, llamados Alfonso y Kevin

- Que pasado de lanza eres Dany, la niña estaba asusta de verdad.

Yo solo sonreí y contesté

- Eso le pasa por gritarme frente a todos -dije satisfecho-.

- Pues yo creo que pasaste Daniel, no va a poner dormir esa pobre niña -dijo Kevin un poco angustiado-.

- Esa era la idea -dije algo divertido y sonriendo- así que adiós. Nos vemos luego tengo que ir a casa, ya llevo horas fuera, adiós -les dije a Alfonso y a Kevin-.

Llegado a casa vi a mi madre y padre sentados en la sala esperando

Mi padre fue el primero en hablar

- ¿estás bien hijo? -preguntó algo preocupado según yo-.

Creo que pregunto eso porque estaba golpeado entonces rápidamente conteste.