Los problemas siguen.

27 0 0
                                    

Daniel

— Sueña conmigo niña. Buenas noches.

Me fui a reunir con mis amigos de nuevo frente a la escuela pero al llegar note que ya no estaban ahí, entonces de nuevo partí hacia el otro lugar de encuentro.

Ya que estaba solo tome mi tiempo para pensar.

Esa niña Andrea no es lo que se dice una hermosa pero tiene lo suyo, no puedo creer que llevemos tan poco tiempo de conocernos y nos llevemos tan bien. Ahhg, ya debo dejar de pensar en ella, yo no soy así, las mujeres son las deben pensar en mi, no yo en ellas.
Soy un idiota, dejaré de pensar en ella y en lo divertido que es molestarla.

Sin darme cuenta pase por su calle, con un poco de curiosidad pase frente a su casa y la vi en la ventana asomada mirando al cielo, era mi oportunidad de molestarla nuevamente.

— Fantaseando con tu novio niña -grite divertido.

— Si ¿algún problema Daniel o acaso son celos?

— Jajajaja quisieras niñita, oye ¿no vienes a fumar un rato? Vendrá tu prima con nosotros y mis amigos

—Lo siento, no puedo ahora

— Ahhh que triste, bueno alguien más tomará tu lugar.

— ¿me remplazarás?

— Claro que si, no es culpa mía que no te deje salir tu mami jajaja. Adiós niña, ve a dormir que ya es tarde para ti.

Eso fue un poco cruel pero no puedo evitar molestarla, es tan divertido ver su cara de enojada. Pretende verse mala pero tiene cara de niña pequeña que sigue dando un poco de ternura.

¡Basta ya Daniel!, deja de pensar en esa niña carajo, ya.

Llegue con mis amigos e inmediatamente mis amigos me dieron mi porro

— Hey ¿donde esta Víctor?

— Aquí estoy   –dijo alzando tu mano saludandome

— Claro como no lo pensé, tú siempre estás con Carolina.

— Cierra la boca idiota.

— Jajaja bien ¿ya tienes tu porro?

— Si ya tengo

— Bien los dejo hablar, disfruten -dije divertido

Víctor me dio una mirada de odio, no pude evitar reíme pero me aleje para dejarlos hablar.

Platicaba y fumaba a gusto con mis amigos sobre que hacer más tarde hasta que una voz interrumpió nuestra conversación.

— Ya vine, dame mi porción y deja de molestarme quieres.

Todos la miramos sorprendidos, obviamente a mi me dio risa porque sólo yo sabía porque decía eso. Verla enojada con esa cara era muy divertido.

— Valla mira quien se escapo, espero que tu madre no te de tus nalgadas por desobedecer.

— Callate y dame mi porro.

Accedí sólo por el echo de hacerme reír así que le di un porro listo para fumar, lo encendió pero se aparto un poco lo cual me causó curiosidad pero seguí con mi plática.

Daniel ¿puedo hablar contigo?

Todos volvemos a ver a esa señora, pero inmediatamente todos voltearon a verme.

— ¿conoces a esa señora? -me pregunto Victor acercándose a mi

— No, pero no se como es que sabe mi nombre.

Una chica en apuros. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora