Una chica en apuros.

Chantaje

Daniel

Desperté tarde esta mañana y al darme cuenta de la hora que era supe que no creía alcanzar a Sofia conectada en facebook.

Tome mi teléfono y revisaba si esta conectada o si tenía un mensaje suyo pero no tuve buena suerte así que decidí yo dejarle un mensaje.

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Chat: Sofia

Sofia, avisame que fue lo que hablaste con Andrea. Necesitó saberlo ya

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Deje mi teléfono a un lado y fui a la cocina por algo para desayunar, me prepare mi desayunó y me fui a ver televisión mientras comía, estuve un par de horas mirando televisión, hasta que recordé que le había mandando un mensaje a Sofia, me pare rápidamente y algo torpe para ir por mi teléfono, corrí a mi habitación y tome mi teléfono al revisarlo note que si tenía un mensaje pero no era de Sofia

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Chat: Jose

Dany, vamos hoy a una fiesta a las 3

Claro, vamos ¿donde es?

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Deje mi teléfono en mi cama y me metí a bañar para poder salir con Jose.

Al salir del baño escuché mi teléfono sonar, me estaban llamando y me apresuré a salir y a secar mis manos pero no alcancé a contestar la llamada, revise si tenía algún mensaje y eran mensajes de Jose

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Daniel, paso a tu casa a las 3 para irnos a la fiesta.

Más te vale estar ya listo.

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Ya son las 3:05 y Jose debe estar ya fuera de mi casa, me vestí rápido y en lo que me dirigí a la puerta de mi casa alguien toco mi puerta.

Al salir vi a Jose recargado fuera de mi casa esperándome.

— Ya te habías tardado. Vámonos ya.

— Vámonos    –dije mientras cerraba la puerta–.

Nos saludamos y nos fuimos a la fiesta.

***
Ya en la fiesta nos pusimos a disfrutar de la fiesta, tomando y conociendo a muchas personas.

Pasamos horas tomando y conviviendo con las personas de la fiesta hasta las 7 que nos salimos de la fiesta mas bien por mi culpa, ya que necesitaba hablar con Sofia y sobre todo con Andrea, me urgía hablarles.

Salimos de la fiesta y en camino tenía que venir cuidando un poco de Jose ya que había bebido un poco más que yo y ahora estaba ebrio.
Y de pronto empezó a hablar

— Sabes, yo te quiero mucho Daniel    –comenzaba a decir como típico borracho –. Y eres mi mejor amigo...

Yo sólo podía reírme y ya que era divertida esta situación, veníamos en transporte público y veníamos tomados, toda la gente nos veía bastante extraño y era demasiado gracioso.