Capítulo 1.

1.6K 117 58
                                    

|Hay veces donde todo da inicio incluso antes de siquiera notarlo|

━━━━❰・❄・❱━━━━

Todo había pasado tan rápido, pero, aún así, recordaba cuando acepté mis sentimientos por ti, Koyuki-senpai...

No, no, ¡no! ¡Ese chico no podía ser mi primer amor! Mi ideal era como mi hermano mayor, no como él; Koyuki-senpai no se parecía en nada a mi hermano.
Me apoyé contra la pared jadeando por haber corrido tanto intentando huir de él... y de mis propios sentimientos. Pero..., ¿por qué me importaba que Takamizawa-san estuviera tanto con ese albino? ¿Por qué me molestaba tanto? Además, su sonrisa tan amable y serena..., ¿por qué era tan bonita? ¿Por qué me gustaba verlo sonreír? ¡Es injusto que sonría así!

No quería aceptarlo, mi corazón decía que sí, que me estaba enamorando del senpai y su gentileza,pero mi mente que no, que era tonto sentir algo por él. Aunque todo pasó tan rápido que no me di cuenta cuándo me enamoré de él. ¡No, no, no! ¡¿Por qué justamente del ojiazul?! ¡¿Por qué no alguien de mi edad?! ¡Tonto senpai!

Entonces, si lo admitía ese día, si lo admitía de una vez, esa voz que escondí te podría decir al fin: yo me enamoré de ti.
Me costaba aceptarlo, pero ya no podía hacer caso omiso a mis sentimientos. Ya no podía, realmente ya no.
No tardé mucho con mi pequeño descanso ya que la voz inconfundible de él la oí junto a sus pasos apresurados y torpes.

¿Se preocupó por mí? Me siento... feliz.

¡Setoguchi-san! ¿Está bien? —Preguntó agitado y con la voz entrecortada mientras se recargaba con una mano contra la pared, intentando regularizar su respiración.

En verdad no creí que me fuera a alcanzar o siquiera seguir; sé que no tiene muy buena condición y resistencia física, lo suyo era más la naturaleza. Y, aún así, allí estaba... por mí.
Sintiéndome indefensa, retrocedí un par de pasos, con el corazón revolucionado por tantas emociones juntas y con mi rostro sonrojado.

S-sí, senpai —murmuré y bajé la mirada, sin atreverme a verlo a los ojos.

No tenía dudas ya, me había enamorado de él: de un chico no destacable, ni confiable, cobarde, un tanto tímido y torpe. Realmente no se parecía a mi ideal.
Quién lo iba a decir: yo enamorada de él, padeciendo de amor justamente por alguien como él...

Sí, aún vivía en mis recuerdos pese a los años; en ese entonces estaba en primero de secundaria. Casi tres años pasaron de aquel suceso, vaya. Y sí, no le había dicho mis sentimientos; era una cobarde, al final de cuentas.

También recordaba que, hacía no mucho, cambió su apariencia a una más de moda; su cabello antes era largo, pero se lo había recortado bastante, tampoco usaba sus habituales lentes de marco rojo ni sus camisas manga larga. Había de admitir que se veía bien..., pero a mí ya me gustaba desde hacía mucho antes; no me importaba su físico, sino su forma amable de sonreír y su ternura.

No sabía ni por qué aún no me había rendido; tenía muy presente que le gustaba alguien... y ese alguien no era yo, por desgracia. Él cambió su apariencia para llamar la atención de la chica que le gustaba y, ciertamente, no le culpaba ya que yo también había hecho algo similar.
Sabía que eso era un amor no correspondido, que el albino no sentía lo mismo que yo, que mi primer amor solo me veía como amiga. Pero todos habían pasado por eso alguna vez en su vida, ¿no?

Tenía viva la esperanza en mi pecho, creía que, si me esforzaba más y le ponía empeño, lograría que me notara y que mis sentimientos le llegaran, que lo alcanzaran. Yo solo quería acortar las distancias entre los dos, pero, ¿y si no se fijaba en mí por la edad? ¡Solo eran dos años! La edad daba igual, ¿verdad? ¿O quizá no reparaba en mí porque yo no tenía el cabello largo ni la sonrisa de ella? ¿Era por eso? Yo no era Nacchan, después de todo.
Podría decirse que lo había perseguido desde la secundaria; al principio parecía que todo iba bien, pero no: cambió su corte de cabello y todos lo dejaron de verlo como el chico invisible o afeminado. Las chicas antes no le prestaban atención en lo absoluto, ah, pero claro, solo veían a un chico lindo y se abalanzaban a él como hienas.

¡Yo estaba desde antes! ¡Le ayudaba con las flores! ¡Me gustaba desde antes de su cambio! ¡No me importaba su apariencia! ¡Ellas no le prestaban atención antes! ¡Eso era injusto, muy injusto!

En fin, debía de dejar de lado el pasado; ahí estaba yo, en el escritorio de mi cuarto con mi pluma y una libreta, sin saber qué escribir o cómo expresar lo que sentía. Miou-chan me animó a que le dijera mis sentimientos a senpai —aunque ella no sabía que hablaba de él, lo cual agradecía enormemente— antes de que fuera tarde y él egresara.
Estaba decidida a escribirle una carta, pero..., ¡¿cómo es que se escribía una carta de amor?! Ah, era más difícil de lo que creía.

Dirigí mi vista a una foto que tenía desde primero de secundaria, justamente del día que egresaron los de tercer año; la única foto que tenía junto a Koyuki-senpai. Fue gracioso y vergonzoso ese momento.
Recordaba que me la tomaron cuando yo estaba llorando; me sentía mal porque ya no lo vería otra vez, o al menos no lo vería durante dos largos años. Me había esforzado tanto en el examen de admisión de la preparatoria, con tal de volver a verlo,y lo logré gracias a la ayuda que me brindó mi hermano mayor; él era el dedicado a los estudios, lo mío eran los videojuegos y el atletismo.

De acuerdo, para escribir la carta solo debía de plasmar mis sentimientos en papel, ¿verdad? Solo tenía que poner lo que sentía sinceramente...; ¡sí, eso era lo que debía hacer!

Empecé a escribir, botando un par de veces la hoja o rayoneando lo que no quería poner, hasta que rato después quedó, mis sentimientos estaban allí completamente, expuestos en la carta.

Solo faltaba que se la entregase, pero eso ya era mucho más fácil, ¿no?

━━━━❰・🌸・❱━━━━

-Lindassj1

Τє qυiєrσ |Нiทα y Кσyυкi| [HσทєyWσrкs] ; Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora