Τє qυiєrσ |Нiทα y Кσyυкi| [HσทєyWσrкs] ; Sin editar

Capítulo 9

|Esa felicidad indescriptible que se siente al oír de la persona que quieres decir: "me gustas", no tiene precio|

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—Ko-Koyuki-senpai, ¿qué necesita de mí? —Preguntó de forma tímida.

Al oír su linda voz, salí de mis pensamientos y empecé a juntar valor para entregarle la carta, intentando no quedar como un tonto.

—E-eh, es que quería hablar con usted... —susurré con un notorio sonrojo, aclarándome la garganta.

—Pues... dígame —sonrió levemente.

Al oír eso, y ver su sonrisa, me dio mucho más valor e hizo que mi corazón latiera más rápido. «¡Puedo hacerlo! ¡Hazlo!»

—S-se lo diré, ¿pero por qué me evitaba? —Le pregunté directamente, intentando hacer eso lo más rápido posible para no formar silencios incómodos.

—E-es complicado... — murmuró cabizbaja.

—Dígame por favor —volví a suplicar.

—Es que..., e-empezaré desde el principio: ¡me gustas! —Admitió en voz alta, completamente sonrojada y bajando la mirada, aprentando su falda con nerviosismo.

Ya lo sabía, pero oírlo de sus propios labios me dejaron congelado y con mi corazón latiendo desenfrenadamente.

***

Koyuki-senpai estaba viéndome en tipo shock. ¡Diablos! ¡¿Por qué se lo dije?! Aunque..., quería que ya me rechazara, que ya acabara con mis últimas esperanzas, ¡ya quería que eso terminara! «Al menos lo intenté». Al ver que él no decía nada, decidí hablar:

—En-entiendo el que no me corresponda —bajé la mirada—, ¡pero tenía que decirlo! Le ignoré porque el otro día vi cómo estaba platicando alegremente con Nacchan; no sabe cómo me pone celosa eso —sentí lágrimas caer por mis mejillas—.  Cre-creí que ya no sentía nada por ella, pero me equivoqué, por eso decidí apartarme. Haga lo que haga, usted solo me verá como una niña; ¡lo siento por haberme enamorado de usted desde la secundaria! —Admití con la voz quebrada. Tras decir eso, traté de salir corriendo, pero Koyuki-senpai no me dejó; me tomó del hombro y con su otra mano alzó mi mentón.

—Tonta —susurró, sonriente—, por eso quería hablarlo; ya sabía que le gustaba —lo miré sorprendida y me sentí una idiota—. Encontré su carta tirada en el piso —aclaró—. Ahora comprendo por qué me evitaba —acarició mi mejilla suavemente, haciendo que yo cerrara brevemente mis ojos ante su tacto—. Ya no me gusta Enomoto-san, me ha ayudado a olvidar mis sentimientos por ella —me abrazó.

Me sentí desfallecer en sus brazos. Eso explicaba el por qué no encontraba la carta; nunca creí que él fuera a encontrarla. «Qué curioso es el destino, tan inesperado». Pero... no me había dicho nada respecto a sus sentimientos, ¿le gustaba en verdad?

—Setoguchi-chan —habló de nuevo él, dejando de abrazarme para buscar algo en su mochila; parecía un poco desesperado—, tome —me extendió un sobre—. Este, ¿podría leerlo en su casa? —Desvío la mirada, un poco tímido.

—¿Qué es? —Tomé la carta entre mis manos. «¿Qué dirá? ¿Me escribió a mí?». Me sentí emocionada al recibirla, demasiado.

—Usted solo léela en su casa —me sacudió mi cabello (ya extrañaba ese gesto del albino) y volvió a poner una de sus manos en mi hombro.

Cuando menos lo esperé, sentí algo cálido cerca de mis labios; en la comisura derecha, para ser exacta. El senpai huyó corriendo de allí. «¡No puede ser!». Evité gritar de la emoción, pero eso significaba que... ¿le gustaba? Sentí mi cara sonrojada y sonreí como tonta.

—Tengo que llegar rápido a mi casa —murmuré para mí misma.

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—¡Ya llegué! —Anuncié mientras me descalzaba.

Rápidamente corrí a mi cuarto para leer la carta, ¡una carta de mi senpai! Me tiré a la cama y saqué la carta; ¡bien, a leerla se ha dicho!

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Setoguchi-chan, supongo que recibirá esta carta si no le dije mis sentimientos en persona. Estoy haciendo lo mismo que tú hiciste: escribir una carta.
Aún recuerdo el cómo nos conocimos, al igual que tú lo haces; es un hermoso y chistoso recuerdo que perdurará en mi memoria. Esta es la primera vez que hago algo de este estilo.

Nos conocemos desde secundaria, he de admitir que en ese entonces te veía de forma diferente, pero ahora todo ha cambiado. Sinceremente, me sorprendió mucho el saber tus verdaderos sentimientos, pero, a la vez, me llenaron. Me gustó leer la carta y saber que te gustaba por mi verdadera forma de ser; eres muy diferente a las chicas que conozco. Me gustas, es la verdad, lograste que me fijara en ti, lograste que volviera a amar. ¿Cómo lograste enamorarme?

Te admiro, no te rendiste a pesar de saber que me gustaba otra persona; me gustas y no me cansaré de decirlo.
Sé que nos llevamos por dos años, pero no es la gran diferencia. Me gustaría decidirlo en persona, pero sabes que soy muy tímido.
Te quiero, Hina-chan.

Atentamente: Ayase Koyuki.
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Sentí mí corazón estallar, quería llorar de la emoción; ¡me correspondía! ¡Eso no era un sueño! Después de tres años de estar enamorada de él, ¡me escribió que yo también le gustaba!

«Realmente esto parece un sueño». Además, ¡me llamó por mí nombre! ¿Así se sentía el ser correspondido? La sensación era indescriptible...

—¡Me corresponde, le gusto, al fin! —Grité en la almohada, llorando de felicidad.

«Te quiero, Koyuki-senpai».

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-Lindassj1