Capítulo 11.

794 90 26
                                    

|Todo pasa por algo|

━━━━❰・❄・❱━━━━

La hora de receso llegó. Yo salí hacia donde me reunía con el senpai antes de que malinterpretara lo de Nacchan. Estuve un rato allí, pero él no llegaba..., ¿habría faltado a clases? Era lo único que se me ocurría, porque no me estaba evitando ¿verdad? Estuve ahí hasta que tocaron el timbre.

Senpai... —murmuré sintiendo un nudo en mi estómago y mis ojos cosquillear, avisándome que quería llorar.

▶▫▪♡▪▫◀

—¡Hina! —Oí la voz de Kotarou a mi lado.

—¿Qué pasa, Kotarou? —Pregunté por inercia.

—Hoy suspendieron los clubes para todos. ¿Nos vamos juntos? —Desvió la mirada, sacudiendo su cabello castaño.

—¿Qué? ¿Suspendieron los clubes de todos? —Cuestioné, confusa.

—Sí. Ni yo sé el por qué, pero no importa realmente —se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.

—Bien, vamos a casa —tiré de su mochila para que fuera a mi paso. Ambos empezamos a caminar, aunque aún no me podía sacar de la cabeza a mi senpai. ¿Faltó a clases? Eso era casi imposible pues él era muy cumplido.

—¿En qué tanto piensas, Hina? —Kotarou me sacó de mis pensamientos con su pregunta.

—En un senpai, creo que no vino... —contesté por inercia.

—¿Ayase Koyuki? —Habló de forma neutra.

—¡¿Eh?! ¡¿Qu-qué te hace pensar que es él?! —Grité sonrojada y desviando la mirada; ¿tan obvia era?

—Es con el que pasas más tiempo. Y sí vino a la escuela, hace un rato lo vi con Mochizuki —contestó con indiferencia.

—A-ah...

¿Había asistido? Eso significaba que me estaba evitando, ¿por qué? Quizá no le gustaba, quizás solo escribió lo de la carta para no lastimarme. Sabía que el senpai era muy amable. Seguro y solo no quería lastimarme. Quería llorar, pero no deseaba preocupar a Kotarou. Ambos llegamos hasta los casilleros para cambiarnos de calzado. Iba a proponerle unas carreras a mi amigo de la infancia para tratar de dejar de lado unos minutos al senpai, pero él me interrumpió.

—Hina —exclamó serio—, no deberías estar triste por él.

—¿Qu-qué dices?

—Sé que te sientes mal por ése chico. Te conozco más de lo que tú crees. Odio verte así, siempre lo he odiado —murmuró lo último, pero lo alcancé a oír.

—Kotarou... —susurré.

Mis ganas de llorar volvieron, aunque ya no por la primera causa, pero me podían ver; me sentía mal también por todas las veces que insulté a Kotarou. Ahora que lo pensaba, él siempre estaba para mí. Sabía que era un busca pleito, sabía que podía llegar a ser infantil e inmaduro, pero siempre me estaba ayudando, me hacía reír... y era gentil cuando se lo proponía.

—Lo siento —murmuré cabizbaja.

—¿De qué? —Exclamó confuso.

—Por todas las veces que te he insultado y que he pasado de largo de ti —sentí mis ojos cristalizarse.

—Hina... —habló sorprendido.

—L-lo siento, Kotarou..., en verdad—ambos quedamos en un silencio un tanto incómodo. Él solo dijo: "vamos a casa". Empezamos a caminar en silencio, hasta que una voz pronunció mi nombre.

Τє qυiєrσ |Нiทα y Кσyυкi| [HσทєyWσrкs] ; Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora