1 de Octubre
En california...
Matthew seguía muy preocupado por todo lo que había pasado, tenía muchísimas preguntas en su cabeza. ¿Cómo habrá muerto? ¿Qué habrá ocurrido? ¿Por qué Taylor lo sabe y yo no? ¿Por qué Nathaly estaba con él? ¿Por qué estaban en Chicago?...... Demasiadas preguntas en su cabeza.
Los padres de Nthaly ya estaban informados de que su hija no estaba en el internado, por eso la policía los buscaban, estaban muy preocupados intentando saber cómo se encontraba suu hija, dónde estaba y lo más importante, con quién. Los vecinos y su familia creían que la habían secuestrado. Pero eso no era así. Ella estaba con el amor de su vida, intentando huir de todo, buscándose su vida, en fin, una verdadera película de amor.
Los padres lloraban descosolados, no sabían donde se encontraba su hija. Matthew se imaginó lo que estaban pasando aquellos señores, ellos no tenían la culpa de nada, así que decidió escaparse del internado para informarles cómo, dónde y con quién se encontraba su hija.
Matthew corrió a las 2 de la madrugada hasta la puerta del internado, esquivando todas las cámaras de vigilancia y a todos los guardias de seguridad. Sabía que se estaba ganando una expulsión, pero para él era muchísimo más importante lo que decía que era su vida, Nathaly. Ella era su musa, su vida, su inspiración. Cuando pensaba en ella era como adrenalina en vena, una explosión de sentimientos exparcidos por todo el cuerpo.
A los pies de la casa, llamó a la puerta. Los padres de Nathaly se levantaron de la cama con una gran sonrisa, con la esperanza que apareciese su hija de nuevo. Mientras bajaban las escaleras, el padre imaginaba que recibimiento le daría a la pequeña Nathaly, pero cuando abrió la puerta, no era ella, era simplemente un niño, Matthew.
El padre rompió a llorar y se puso de rodillas a los pies de Matthew, él le abrazó y le dijo que tenía noticias de su hija. El padre le invitó a entrar y le contó todo.
