25 de Julio.
Eran las cuatro de la tarde, Nathaly llamó a Matthew y preguntó si estaba en casa. Él respondió que si, que se acercara lo más temprano posible. Ella fue andando hacía su casa y llamó a la puerta. Matthew la abrió y con una gran sonrisa le dijo:
- Hola,te he estado esperando el rato se me ha hecho interminable. *Le sonríe*
- Hola... *Dice con voz muy tímida* ¿Puedo pasar?
Él la coge de la mano y la lleva a su habitación. El cuarto era pequeño, lleno de balones de rugby, de palos de béisbol y de trofeos.
- Se nota que te gusta el deporte. *Dijo Nathaly*
- Si, me gusta bastante la verdad. Todos estos trofeos los he ganado con mi equipo, yo de capitán por supuesto.
Ella le esquiva al ver una foto de una chica con aquel chico del avión.
- ¿Quién es ella? *Dice ella con tono despreciativo*
- Era. *Le corrige Matthew* El chico es Taylor, el hijo de mi padre. Y ella era mi madre.
- Lo siento... Espera, ¿Taylor entonces es tu hermano?
- No. *Dice con furia* Es el hijo de mi padre solamente eso. Quisiera no hablar del tema.
( Se escuchan unas llaves abriendo la puerta. Alguien sube por las escaleras )
Era Taylor, el hijo del padre de Matthew, eso era lo que Nathaly aún no llegaba a comprender.
Sin saludar, sin dirigir palabras ni miradas, Taylor entra en la habitación, suelta una maleta y sale de la habitación dando un gran golpe.
- Por lo menos podrías saludar. *Intervino Matthew*
- ¿Saludar a quién? ¿A ti, marica de mierda? *Dijo Taylor*
- Si, y a la chica también gilipollas.
Taylor cogió a Matthew por el cuello y lo llevó al baño, Nathaly intentó abrir, pero la puerta estaba cerrada con pestillo. Nada mas que se oían gritos por parte de Taylor y lamentos por parte de Matthew, ella estaba claramente convencida que si le estaban pegando a Taylor, aquí tenía que ocurrir algo.
Nathaly se quedó en una esquina del cuarto de Matthew, estaba encogida, asustada y hechándose las manos a la cabeza. Los golpes se escuchaban a distancia y Nathaly tenía ganas de llorar. Finalmente, Taylor salió y le dijo a ella:
- Vete, como cuentes una sola palabra, serán las últimas que dirás.
Nathaly salió corriendo hacía su casa, mientras que Taylor la contemplaba por la ventana del cuarto y mientras que Matthew gritaba del dolor.
