22 de Septiembre
Nathaly, de nuevo va a clase. El profesor está dando clase de religión. Estaba explicando todo el tipo de religiones que existen, Nathaly sólo tenía atención en la puerta, en aquel cristal que había. Allí tras aquel cristal estaba Taylor, no sabía si estaba enamorada, pero a ella era muy feliz junto a él siempre.
Matthew tosió fuertemente para atrapar la atención de Nathaly. Ella hizo un giro brusco hacia él, luego le sonrió para hacer como la que no estaba haciendo nada. Matthew por supuesto, era consciente de que ella estaba embobada por Taylor.
Nathaly, nota algo punzante por su espalda, era un papel, unas notitas que se escriben cuando estás aburrido en clase. Al estar en primera fila, la miró sigilosamente:
"Tal vez esta no es la mejor forma de decir lo siento, tal vez pude darte este momento donde tú eras más sincera, pero el tiempo prolongado con escusas, lo que llevo dentro. Sin que sepas que este amor se va extinguiendo, sin saber que no lo salvan ni los besos. Te amo Nathaly, esto que siento es tan grande, que, pff... Guarda esto porque el profesor te va a pillar... Quieres sa..............."
( Antes de que le diese tiempo a leer lo último, el profesor bruscamente le quita la nota )
- ¡NATHALY TUS PADRES TE TRAJERON AQUÍ PARA QUE APRENDAS, NO PARA QUE LEAS NOTITAS DE ADMIRADORES!
- Si, maestro. Lo siento. *Añadió Nathaly con voz y cabeza baja*
( Suena el timbre del recreo )
- Matthew, ¿sabes quién a podido escribir aquella nota? *Dijo ella extrañada*
- La ha escrito quién creas que sienta lo que pone en aquella nota. *Añadió Matthew*
Ella se aleja con cara extrañada. En mitad del camino se choca con Taylor, Nathaly mira hacia atrás y Matthew estaba donde antes, hay, quieto, ella mira a Taylor y se va corriendo.
Nathaly se sienta en un banco del patio, sola, esta vez sin nadie. Piensa de nuevo en lo que Taylor le dijo, ella decidida, va de nuevo a la habitación de él, le dice que ya está preparada para hacer todo lo que le propuso.
Taylor le sonríe y le da un gran abrazo, se quedan toda la tarde planeando todo, hasta un mínimo detalle, para que todo salga perfecto.
