4 de Octubre
Hoy era el día de la fiesta. Todos estaban con cara normal, para que no sospechase nada. La gente hacía como siempre, lo cotidiano. Desayunaban como cada día, iban a clase como cada día, estudiaban como cada día, comían como cada día. Todo normal.
- Ponte este vestido Nathaly *Dijo Taylor*
Nathaly se puso un vestido super glamuroso y pomposo, lleno de pedrería, rosa, con cancán y mucha seda. A ella le encantó cuando lo vió pero más le gustó cuando se lo probó. Parecía una estrella de cine con aquel vestido. Se sentía como una pequeña princesa, sólo le faltaba su principe, pensaba y su cara se entristeció. Estaba confusa, era o Matthew o era Taylor. Lo tenía complicado, con los dos pasó momentos de ternura.
Llegó la tarde, Nathaly estaba estudpendamente vestida, bien maquillada, y muy guapa. Le vendaron los ojos y fueron de camino a la fiesta. Taylor le quitó la venda y allí estaban todos sus compañeros. Shawn, Nash, Cameron, Carter, Aaron, Jack, Hayes, Matthew... Y muchos más.
- ¡FELICIDADES! *Gritaron todos*
Los ojos de Nathaly se llenaron de lágrimas, lágrima pero de felicidad. Ella no se pensó en abrazar a cada uno de sus compañeros. Estaba en deuda con ellos. Era una fiesta grandiosa, el sueño de cualquier adolescente.
El típico baile de fin de curso, pero esta vez de cumpleaños, con ponche, una noche de película con todos los compañeros del internado.
Taylor le susurra a Nathaly que la acompañe a su habitación.
