A penas tardaron diez minutos en aparecer, Jesús me cogió de la mano y yo me dejé llevar, y sin darme cuenta, estaba abrazada a el, sentí que el universo se paraba y mi corazón latía más rápido que nunca, los problemas desaparecian y yo... yo... yo nunca me había sentio mejor, me hubiera tirado así toda la vida hasta que Dani dijo:
-¿Bueno tortolitoh paraih ya? Que yoh tambien la quiero abrazah.
Acto seguido solté a Jesús y abracé a Dani, no sentí lo mismo, más bien era un sentimiento de felicidad completa, tampoco sentía problemas, pero a diferencia de Jesús con el me sentía segura, nada ni nadie me podría quitar esa felicidad que sentí, pero al poco tiempo, como todos los abrazos, se acabó.
Comenzamos a caminar, todos en silencio, hasta que, como no, Dani habló.
-¡AAAAH! Como soportaih ehtar en silencio?
-Dani no soporta el silencio -Añadió Jesús.
Al poco tiempo lleguemos a un prado, con un riachuelo, con luciernagas que iluminaban el paisaje.
-¿¡Pero dónde estamos!? -grité
Ambos se rieron
-En nuestro sitio favorito -contestó Jesús
-Mujeeh, ven y tumbateh -Dijo Dani
-Este quiere serso -Añadió Jesús entre risas.
Una risa tonta se apoderó de mí, y me tumbé en aquel prado, mirando al cielo, los gemelos se tumbarón cada uno a un lado mio.
-Nunca había visto tantas estrellas juntas -Dije
-Son preciosas -Contestó Jesús
-Dehaoh de cursilah, oye niña, ¿Te llamah Carmen, verdad?
-Sí -Repliqué- y no soy una niña, ¿Cómo lo sabes?
-En la notita ponía por detrás "Carmen y" -Dijo entre rísas- Pero no salía el otro nombre, ¿Qué ponía?
-Carmen y Mónica, mi antigüa mejor amiga -Dije
-Oye Carmencita, ¿A quien prefereh? -Dijo Dani
-¿De qué?
-De nosotroh doh, imaginateh que teneh que elegí a uno
No sabía que decir, los dos eran tan agakfbsh *-*... No sabía que hacer, ni que decir, hasta que, sonó en mi móvil la canción de impossible, era mi madre enfadada:
-¡CARMEN! ¿DÓNDE ESTÁS? Son las doce y cuarto, es muy tarde, ven ya por fabor, no hagas que me preocupe más. -Dijo mi madre, que colgó al acabar de hablar.
-He de irme -dije- Era mi madre, esta muy preocupada y es muy tarde.
-Pues vamonos, te acompañamos pequeña. -Dijo Jesús con una sonrísa
Los tres comencemos a andar, no hubo una palabra hasta llegar al hotel
Una vez allí volví a abrazarles y a sentir lo mismo, les quería, demasiado.
Les ví irse y Dani gritó
-¡Qué sepah que ereh preciosa y que te quieroh!
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Rozando El Paraíso.
RomanceUna chica, llamada Carmen, de 14 años conoce a dos chicos de Mairena, Sevilla, y se enamora de ellos, tiene que elegir a uno de esos dos gemelos andaluces y no le resulta nada fácil, tras elegir la chica pasa los mejores momentos de su vida, pero si...