Capitulo 4

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No sabía si esta noche sería buena, estaba en una fiesta sentada en la misma mesa donde estaba mi ex novio.

Al llegar al 9:00 de la noche todos ae pararon a bailar con sus parejas y los únicos que nos quedamos en la mesa fuimos Derek y yo. El estaba con su celular y yo igual con el mio, cuando se escucho su voz dirigiéndose a mi.

-¿Quieres una copa de vino?.- dijo agarrando una copa y un vino tinto.

-No, no tomo gracias.

-Solo será una.- estiró la mano dándome la copa así que la agarre. Le di un sorbo y estaba rico.

-y cuéntame ¿Cómo te ha ido?.- Dijo Derek también tomando vino.

-Pues no me puedo quejar, ¿y a ti?

-Pues igual, creo que tome la mejor decisión al irme.

No sabía si ese comentario lo había hecho a propósito pero me había dolido, al parecer eso era lo que el quería hacer. Realmente si quería dejarme y pues yo no pude hacer nada.

-Me alegro.

-Yo igual.- dijo sirviéndose mas vino.

-¿Me puedes dar mas?.- estire la mano para que el me sirviera.

-¿Estas segura?

-Si.

Vi como el vino iba entrando a mu copa y se lleno a la mitad. El tiempo se estaba pasando muy rápido y yo ya había bebido mucho, ya no llevaba la cuenta de todas las copas que había tomado.
Ya estaba un poco mareada así que decidí salir a la terraza del salón.

-¿A dónde vas?

-A tomar aire.

Dije mientras salía corriendo, afuera no había nadie y el aire estaba tan cálido. Ya estaba algo ebria y le había prometido a Nicolas que no tomaría, pero me deje llevar por la fiesta y no lo pude evitar.

Sentí los pasos de alguien acercándose a mi.

-¿Estas segura que de verdad amas a Nicolas?

Derek estaba atras de mi, su voz sonaba chillante.

-¿Ha que viene esa pregunta?.- Me había sorprendido que me preguntara eso.
Siguió caminando hasta que estaba a un lado de mi.

-Solo contéstame ¿Lo amas?

-Si, el ha estado conmigo y es una gran persona.- Era la verdad. Claro que amaba a Nicolas.

-¿Lo amas tanto como me amaste a mi?

¿Por qué estaba interrogándome de este modo? Lo de el y yo había pasado hace mucho tiempo, admito que lo ame mucho, pero ¿Ahora que siento por el?.
El silencio se adueñó del lugar al igual que la tensión. Yo aun no contestaba la pregunta que Derek me había hecho.

-¿Por que haces esto? Es decir tu estas con Valeria y yo con Nicolas. Hay que seguir con nuestras vidas.

Lo di una mirada mientras me daba la media vuelta, iba dando pasos cortos hasta que volví a escuchar su voz.

-¿Pudiste olvidarme del todo Elena? Porque yo...yo aun no puedo olvidarte.

Mi corazón comenzó a acelerarse y mis manos comenzaron a sudar, esto definitivamente no esta bien, pero ¿Qué esta bien? Nada lo esta.

Me di la vuelta y Derek ya estaba enfrente de mi, estábamos tan juntos que podía sentir su respiración. El lugar estaba tan silencio que hasta los latidos de nuestro corazón se podían escuchar.
Se fue acercando mas a mi hasta que ya pude observar muy bien sus pestañas, sus labios estaban a unos cuentos centímetros de los mios.

-¿Que haces? Derek esto no esta bien.

-¿Y que está bien?.- Dijo eso tan despacio que parecía un susurro.- Nada esta bien Elena.

Nuestras miradas se postraron en nuestros labios y nos fuimos acercando poco a poco; puso su mano izquierda en mi cintura y la derecha en mi cuello. Ambos cerramos los ojos cuando nuestros labios estaban apunto de juntarse escuchamos un ruido. Alguien había salido también, cuando volteamos no vimos a nadie.
Nos separamos tan rápido que se nos había olvidado lo de hace unos segundos.

-Me tengo que ir.

Dije mientras corrí, me metí al salón tome mi bolso y me fuí.
No llevaba auto así que me fui caminando hasta mi casa, la noche se me hacía larga y no paraba de pensar en lo que Derek me había dicho, tal ves lo dijo porque estaba ebrio, aunque sus palabras parecían muy seguras de si mismas.
¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Dudar del amor que le tengo a Nicolas? No, definitivamente eso no era algo que tenía que hacer, mucho menos era algo justo.

Llegué a mi casa y corrí a mi cuarto.
Me quité el vestido y me puse una piyama holgada, me deje caer en mi cama. En mi cabeza seguía dando vueltas lo que había pasado.
Sonó mi celular y era un mensaje de Nicolas «Te pido una disculpa por no haber ido a la fiesta contigo, te amo buenas noches»; no quise contestarlo y apague mi celular.

Días Nublados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora