Días Nublados

Capitulo 17

Días Nublados.☁️✨

Capítulo 17.

Ahí estaba yo, buscando un método de distracción o una salida que me ayudara a dejar de pensar en esto; en ese dolor que me consumía por dentro y por fuera hasta que regrese a ese lugar, se estaba repitiendo ese momento, mi recamara estaba en llamas y ahí estaba Milka mirándome con esos ojos de perra, pero no podía con la duda de saber quien era ese hombre que la acompañaba, y no descansaré hasta saberlo.

Desperté y los rayos de el sol estaban en mi cara, voltee para todos lados pero no encontraba a Azael, alguien abrió la puerta y era el con el desayuno en las manos.

-Buenos días bella durmiente.- Dijo dándome un pequeño beso en la boca.

-Buenos días, no tu hubieras molestado con el desayuno ya tengo bastante con todo este tiempo que me cuidaste.- Había huevos con jamón con rajas de queso alado, acompañado de un flan y un jugo de naranja.

-Elena estas no son molestias para mi, al contrario, te tengo a ti y con eso me basta.- Agarro la charola del desayuno y la puso en la mesita que había alado de la cama, nos comenzamos a besar, yo no traía ropa así que esto fluía más rápido, estábamos apuntó de tener sexo de nuevo cuando alguien toco la puerta de la casa.

-Mal momento para tocar.- Dijo Azael parándose de la cama.

Fue a ver quien tocaba la puerta, tome un poco del jugo que me había llegado cuando sonó mi celular, me había llegado un mensaje pero lo que no podía creer era la persona que lo había mandado. "Es hora de vernos, te espero en la cafetería que esta cerca de la que era nuestra casa hoy a las 4:00 pm." El mensaje lo había mandado Nicolas, no sabía si ir o no ir, era complicado después de no haberlo visto en medio año.

-Era solo un vendedor ambulante, nada importante, ¿en que estábamos?.- Iba a darme un beso Azael cuando lo interrumpí.

-Voy a salir hoy a las 4 espero y no te molestes.- Su cara era desconcertada, al principio no dijo nada hasta que su cerebro lo proceso.

-¿Saldrás? ¿A donde?

-Nicolas quiere hablar conmigo y supuse que no te molestarías.- Volteo los ojos hacía atrás y dio una risa sarcástica.

-¿Es en serio? Nicolas es la peor persona que puedes ver, no estoy de acuerdo.

-¿Y desde cuando me importa si estas de acuerdo o no? Azael no eres mi dueño.- Su mirada se dirigía al piso, definitivamente no estaba de acuerdo en que fuera pero tenía que hacerlo.

-Tienes razón, no soy nada tuyo.- Agarro la charola del desayuno y de fue. Intente explicarle que no se lo tomara así pero por mas que lo hacía el no entendía, tal vez me había equivocado en decirle eso pero eso me salió inconscientemente.

Ya eran las 3 la tarde, me había dado una ducha ya, agarre la secadora vieja que tenía y después planche mi cabello, me puse un vestido negro que estaba muy pegado a mi cuerpo y me puse unos tacones rojos, quería que mi labial combinara así que también lo puse rojo.

-¿Te arreglas tanto para ir a una cafetería con tu ex?.- Dijo Azael, no me había dado cuenta ha que hora se puso detrás de mi.

-Eso significa que me veo linda.- Di una sonrisa sarcástica y agarre mi bolso.- Tenía mucho que no me arreglaba y mucho menos que salía, quería verme bien para mi misma y no estar deprimida por siempre, solo es eso.- Quise convencerlo pero era mas que obvio que no lo lograría.

-Me hubiera gustado verte así de hermosa para una cena conmigo.- Agarro mi mano y me acerco hacía el.- Siempre has sido una chica hermosa, por eso temo perderte.

No supe cómo reaccionar, lo solté y sólo sonreí, puse un mechón de cabello detrás de mi oreja y me fui sin si quiera darle un beso. La cafetería no estaba tan cerca así que me fui con tiempo de anticipación.
Escuche el claxon de un carro detrás de mi, cuando voltee Derek estaba ahí.

-Hola Lindura, ¿Quieres que te lleve a algún lado?.- La verdad si quería, caminar hacía que sudara y la verdad dure mucho maquillándome.

-No Derek, es mucha molestia esta bien.- Obviamente mentía.

-¿Estas segura? Insisto sube.-Le hice caso y subí al auto.

-Valla, creo que sigues siendo amable.

-Eso sera siempre.- Dijo dando una media sonrisa. -Y ¿A donde quieres que te lleve?

-A la cafetería que esta por mi antigua casa, entiendo si quieres que te pague como a un taxi.- Dije riendo como loca.

-Y tu pase lo que pase siempre tan graciosa.- Los dos son reímos y después nos inundo un silencio incómodo.

Llegamos a el lugar, solo le di la gracias y entre al lugar. Lo primero que vi fue a el; no se veía nada bien, tenía una ropa muy sencilla y sucia y no se había quitado la barba desde semanas.

-Tu y tu obsesión por los vestidos.- Fue lo primero que dijo al verme. Me senté al frente de el y sonreí.
Aun con su mala condición mi corazón de acelero al verlo y solo pensaba en correr y abrazarlo.

-No fuiste a verme ni si quiera un día.- Dije con voz de niña.

-Acaso no lo recuerdas, tu me dijiste que no lo hiciera.- El chico amable y lindo que había conocido había desaparecido, este era un maleducado grosero.

-Se lo que dije Nicolas pero pensé que te importaba mas, es decir yo estaba muy dolida por haber perdido a mi hijo y necesitaba tu apoyo aun cuando lo negaba.

-Elena Déjame te recuerdo que también era mi hijo y que yo también sufrí todo este tiempo no solo tu.- Di una mirada de desilusión, en serio lo había echo, me sentía muy estupida.

-¿Para que me citaste a aquí?.- Dije intentando cambiar de tema.

-Milka, ella esta en Texas. Quiero hacer venganza Elena, quiero que pague por todo lo que nos ha hecho.

-Y lo hará, lo va a pagar muy caro.

Estaba segura que era capaz de lo que fuera con tal de hacer que esa perra pagara, tenía que pagar por todo lo que había hecho.

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