Capitulo 14

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El infierno estaba llegando a mi vida matando a los pocos ángeles que me quedaban.

Ya habían pasado dos meses desde que esa tipa extraña había entrado a mi casa y me había desmayado o algo así, afortunadamente eso no afecto en nada a mi bebe ni a mi, mi familia estaba muy emocionada porque su única mujer estaba embarazada. Mi hermano ni si quiera había sentado cabeza, era de esos típicos chavos guapos que andaban de una en una.
Cuando le dimos la noticia a la familia de Nicolas también se alegraron mucho, era pequeña su familia pero nosotros la haríamos mas grande.
Todo iba muy bien, el doctor había dicho que aun no se podía saber si era niña o niño, Nicolas deseaba una niña y yo quería que fuera un niño, estaba muy segura de que sería un niño.
Habíamos comprado una cuna y muchos osos de peluche, pintamos un cuarto perfecto para la llegada de un bebe, y según el doctor el embarazo no tendría preocupaciones.

Llegue junto con Nicolas al departamento de policía, ahora el me acompañaba a todas partes.

-¿Aun nada?.-Dije dirigiéndome al jefe de policías el señor Jack.

-¿Esta segura que alguien la atacó? Es decir usted está embarazada y los mareos o desmayos son normales pudo haber sido un error.

Eso que había dicho había hecho que mi estado de ánimo pasara de enojada a super enojada; ¿Como era posible que pensara eso?

-Miré Milka está aquí, estoy segura de eso y la tienen que capturar.

-Elena no te alteres, puede ser mal para nuestro bebe.-Dijo Nicolas tratando de calmarme.

No dije nada, solo salí de ese lugar. Estaba realmente enojada, nuestra vida estaba en peligro y la "policía" le importaba un coño.

Nos subimos al auto cuando mi celular sonó, era Sebastian preguntándome como estaba mi embarazo; Sebastian siempre preocupándose por mi.

-Sebastian nos invito al restaurante de hamburguesas del la colonia, dice que nos invitaría a algo mas caro pero su cartera esta vacía.

Nicolas día una media sonrisa y acertó con la cabeza, primero teníamos que ir a comer a la casa de la Tía de Nicolas, la pobre ahora estaba sola sin nadie, eso me llenaba de tristeza y a Nicolas mucho mas.

-Hola Elena, me alegra verte aquí.-Dijo la tía dándome un abrazo.

-¿Como esta?

-Bien pasen, hice milanesa de pollo.

Pasamos una tarde con ella pensando en nombres de bebes, si era hombre le pondríamos Marcus y si era niña le pondríamos Lia; Los nombres los escogimos con los antepasados de Nicolas, su tía quería que no solo tuviera el apellido de Nicolas, si no también nombres de sus familias.
Me llego un mensaje de Sebastian que decía "Ven a mi casa pero no le digas a Nicolas, en serio te necesito" Ese mensaje me desconcertó.
No quería preocupar a Nicolas así que salí de la casa y tome el auto, todo el camino estuve checando mi celular por si por alguna razón me llegaba un mensaje de Sebastian pero ni si quiera se había puesto en linea.

Llegué a su casa y las luces estaban apagadas, iba a tocar la puerta pero estaba entre abierta.

-¿Hola?.-Nadie me contestaba y no se escuchaba ningún ruido en la casa.- ¿Sebastian?

Seguí caminando y no había ningún rastro de Sebastian, hasta que llegue al piso de arriba; se escuchaba que alguien estaba en la ducha, entre a su cuarto, estaba apunto de tocar la puerta de el baño cuando la puerta se abrió salpicaron unas gotas de sangre en mis pies.
Voltee hacía enfrente y estaba el cuerpo de Sebastian totalmente degollado, solo se podía reconocer su cara pero estaba llena de moretones.

-¡SEBASTIAN! !AYUDAAA!.-Comencé a gritar una y otra vez. Mi cuerpo se sentía pesado, mis piernas no me querían responder. Las lagrimas comenzaban a caer en mis mejillas y mi cuerpo comenzó a temblar, no podía con el hecho de ver a mi mejor amigo ahí, sin vida.
Le hable a la policía y a la ambulancia. Cuando voltee una nota estaba justo alado de la cama de Sebastian; la abrí y decía "Primera víctima".

Todos habían llegado, la policía, la ambulancia, la familia de Sebastian y Nicolas. Yo estaba sentada en uno de los sillones de la casa, lagrimas y lagrimas salían de mi rostro, no podía con la idea de saber que mi mejor amigo estaba muerto, que jamás volvería a escuchar sus consejos, sus bromas, sus risas.

Lo iban a velar en la funeraria de la colonia, poco a poco se iba llenando el lugar. El ataúd estaba sellado ya que el cuerpo había quedado completamente desecho, juro que la persona que allá hecho esto lo pagara.
Alguien me abrazo y era Azael, sus ojos estaban hinchados y demasiado rojos, los dos nos abrazamos y volvimos a llorar, Sebastian era nuestro mejor amigo, el mejor de todos.
Nadie podía creer la noticia, era tan triste ver a toda su familia destrozada.
En el velorio su mamá no dejaba de llorar ni un segundo, su padre estaba tranquilo tratando de darle alientos a su esposa pero en el fondo se veía muy triste.

Salí de el lugar, iba caminando hacía mi casa que estaba a dos cuadras de el lugar cuando escuche los pasos de alguien atrás de mi.

-Hola Elena, ¿Me extrañaste?.-Dijo la voz de Milka, no quería ni si quiera verla porque sabía que querría matarla.

-¿Por qué regresaste? ¿Qué quieres Milka? ¿Por qué mataste a mi mejor amigo?

Ella dio una carcajada burlona y eso hizo que las ganas de querer arrancarle la cabeza se intensificaran.

-Yo no lo maté Elena, se quien lo hizo.-Me acerque a ella para darle una bofetada pero agarro mi brazo.-Si yo fuera tu no lo aria, recuerda que estas embarazada.

-Dices tu que no lo mataste ¿Entonces? ¿Quién fue?

-No te lo dire.

Fue lo único que dijo, se dio la media vuelta y se fue. Me quede parada en el lugar cuando ya no pude mas, me deje caer en el césped y comencé a llorar, a pensar en todo. Alguien me abrazo y era Nicolas, me veía con esos hermosos ojos que tenía.

-Ya no puedo con esto.-Dije abrazándolo con mas fuerza.

-Tu puedes con esto y mas, lose.-Me beso en la frente y ahí nos quedamos tirados en el césped viendo el cielo estrellado, mientras yo lloraba cada vez mas.

Días Nublados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora