Capitulo 6

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Iba por un camino, al rededor había césped y flores, todo olía a un delicioso aroma a flores que hacía que todo mi mundo fuera tranquilo.
Camine y camine hasta que al fondo del camino estaba Derek, siempre con su sonrisa reluciente. El corrió a alcanzarme y me tomo entre sus brazos, yo estaba desconcertada ¿Qué hacía Derek abrazándome?. Aunque no podía evitar disfrutar el olor de su piel, la calidez que tenía y la delicadeza con la que me abrazaba.

-¿Por qué me abrazas?- Dije con voz suave aunque no deseaba que me soltara, era tan cálido estar entre sus brazos, era como si en ese momento no tuvieras problema alguno.

-Acéptalo Elena, me sigues amando a mi.-Me vio a los ojos y cada vez se iba acercando mas a mis labios. Estaba apunto de tocarlos cuando solo la alarma.
Últimamente estaba teniendo sueños extraños, soñaba muy frecuentemente con Derek.

Me levante y me dispuse a darme una ducha, iba a tener un día cansado en la universidad, y últimamente no me había sentido muy bien.
Sentí el agua tibia cayendo por mi espalda, mientras cerraba los ojos para que el agua no pudiera caer en mis ojos, se me vino un recuerdo a la cabeza, recordé el sueño de esta noche, las palabras que Derek había dicho resonaban en mi cabeza, tal vez tenga razón y yo solo este engañando a mi corazón.
Salí de la ducha y el agua iba escurriendo por mi suave piel, saque una toalla de una de las repisas que había en el cuarto de baño y la pase por todo mi cuerpo, la enrolle en mi cabello.
Me puse mis jean de mezclilla y una blusa color rosa, eche todo lo necesario a mi mochila y me fui a la universidad, el camino estaba largo, el sol hacía que sudara, sentía gotas de sudor en mi cara y eso me hacía que mi estrés aumentara. Llegue a la universidad y fui al baño para secarme el sudor, la vista se me estaba nublando mucho, pensé que era por el sol. Todo me comenzó a dar vueltas cuando escuche la voz de alguien en el pasillo del baño.

-¿Estas bien?.- Dijo una chica de cabello negro y largo, con una dulce voz.

-Am si, no es algo grave.- tome mis cosas y me fui a mi salón. Todo me seguía dando vueltas y tenía muchas ganas de vomitar.
Al llegar al salón vi a Nicolas terminando algunos apuntes.

-Buenos días.- dije mientras me deje caer en mi butaca.

-Buenos días ¿Estas bien?

-Si, solo estoy algo mareada pero nada de qué preocuparse.

Llego el profesor y todos tomaron sus lugares. Trataba de concentrarme en la clase pero los ojos se me estaban cerrando, se estaban poniendo pañosos y la cabeza me comenzó a dar vueltas.

-¿Puedo ir al baño?.- Dije levantando mi mano derecha.

-No te tardes.

Me pare de la butaca y como pude seguí caminando, no pude llegar a la puerta, algo tan sencillo se me dificultó tanto.

-¿Esta usted bien señorita Elena?.- Dijo el profesor mirándome con ojos de preocupación.

No pude contestar cuando caí al piso. Solo sentí como todo se torno negro, alguien me tomo entre sus brazos y ya no supe mas.

No supe cuanto tiempo paso hasta
que abrí los ojos, estaba en una cama de hospital, con una aguja con suero en el brazo. Nicolas estaba en el sillón de enfrente, estaba leyendo una de las revistas que había, cuando vio que había despertado corrió muy rápido hacía donde yo estaba.

-¿Qué me paso?.- Mi voz aun sonaba muy débil, y sentía que mu cuerpo no me respondía correctamente.

-No te has estado alimentando bien, tienes principios de anemia, pero como tú dijiste no es tan grave, el doctor pudo controlarlo y te darán de alta en unas cuantas horas.

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