Capitulo 15

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Creí que todo el tormento había terminado ahí, la muerte de Sebastian había sido algo que había afectado a todos, pero en especial a mi.
Sebastian era mi mejor amigo, mi otro yo, la persona que sabía absolutamente todo de mi, y ahora esa persona ya no esta. Cada que recordaba esa noticia sentía como si un balde de agua helada cayera por mi espalda, pero ahora tenía que seguir viviendo, tenía que luchar y enfrentar todo esto que me estaba atormentando.

Era una mañana demasiado fría, estaba tapada con cobijas muy gruesas, me destape y comencé a titiritar de frío, me senté en mi cama viendo mis zapatos, hasta la recámara llegaba el olor del desayuno que seguramente lo estaba haciendo Nicolas.
Me dirigí a la cocina y ahí estaba el, con unos huevos revueltos y unos Hotcakes.

-No te hubieras levantado de la cama, te iba a llevar el desayuno hasta allá.-Dijo Nicolas con una hermosa sonrisa; él seguía siendo ese chico increíble del cual me había enamorado, y ahora el futuro padre de nuestro hijo.

-Quería desayunar aquí contigo.-Nicolas me abrazo por la espalda y me dio un beso.-¿Me acompañaras al ultrasonido?

-Claro, quiero saber si es niño o niña.-Sonrió y me dio otro beso.

El desayuno se paso demasiado rápido.
Estábamos alistando para ir al ultrasonido cuando alguien toco la puerta de nuestro departamento, corrí cono loca tropezando con todo, cuando abrí una futura abuela estaba afuera desesperada por saber que sería su nieto.

-¿Ya tienes todo listo hija?.-Dijo mi madre dejando unas cosas en la mesa.

-¿Nos acompañaras?

-Claro, tengo que estar al tanto del nacimiento de mi nieto.

Llegamos al doctor, había muchas embarazadas, había unas que apenas comenzarían su embarazo y otras que estaban apunto de dar a luz.
La enfermera nos llamo, el doctor no saludo como cada consulta y me acostó en la camilla, Nicolas estaba entusiasmado por saber que Sería, yo deseaba que fuera un niño.

-Veamos como esta este bebe.-Dijo el doctor con una sonrisa. Puso algo gelatinoso en ni estomago y comenzó a pasar un aparato por el.-Esta todo bien, ustedes tendrán un hermoso niño.

Esas palabras me llenaron de felicidad, hice una sonrisa burlona ya que Nicolas quería que fuera niña.

-Igual lo querré mucho, tendrá que ser igual de guapo que su padre.-Dijo Nicolas también sonriendo.

Todo era lindo hasta ese momento, lo lindo se había esfumado, estaba apunto de pasar los minutos mas horribles de mi vida, hasta que entonces paso.

La mañana de nuevo era muy fría, se podían ver en las ventanas pequeños pedazos de hielo escarchado, los árboles chocaban entre sí sonando como campanas ya que estaban cubiertos de hielo. La nieve hacía que el frío se intensificara, un olor a humo entraba por las pequeñas ranuras de la puerta, era como si algo se estuviera quemando. Me baje de la cama y me puse una chamarra.

-¿Se te está quemando la comida amor?.-Dije sonriendo pensando que era Nicolas que el desayuno había terminado en un caos.

Abrí la puerta y una gigante nube de humo negro entro a la recamara, toda la casa se estaba cubriendo en llamas.

-¿Nicolas? ¡AYUDA! .-Comencé a gritar pero al parecer nadie me escuchaba. Comencé a buscar salidas pero era inútil, todas estaban cubiertas de lumbre, intente abrir la ventana pero el hielo hizo que la ventana se atascara.
Ya no pude mas con el humo y comencé a toser, comenzaba a perder el conocimiento cuando lo vi, era un chico alto de cabello negro, se agacho a verme no podía saber quien era ya que mi vista se había nublado.
Quito un mechón de cabello de mi frente y me dio un beso.«Perdóname Elena, pero esto es por los dos»
Me puso algo que hizo que perdiera el conocimiento mas pronto, sentí cuando me metió un liquido en la boca con una jeringa, quise resistir mas pero ya no pude, perdí el conocimiento completamente.
Recuerdo también haber visto a una mujer detrás de el, y por la silueta estaba segura que era Milka y el hombre que mato a Sebastian, me llenaba de desesperación no saber quien era, y ni si quiera haber podido reconocer su voz, solo se escuchaba como un pequeño chillido.

Sentí cuando alguien me saco de el lugar lleno de llamas, puedo recordar que a lo lejos escuche la voz de Nicolas gritándome, cuando abrí los ojos estaba en un quirófano, pero ¿Qué hacía yo en un quirófano?, volví a cerrar los ojos, cuando a mi mente llegaron imágenes de ese hombre, y el mechón de cabello que colgaba por su frente ¿Por qué me había besado? Y ¿Por qué dijo esas palabras? Lo conocía, sabía quien era, pero no podía decir su nombre porque era lo único que me faltaba descubrir, tuve al asesino de mi mejor amigo enfrente de mi y no pude hacer nada.

Desperté de ese horrible sueño, abrí los ojos demasiado rápido que sentí como si el aire entrara en ellos, al rededor de mi estaba mi madre y Nicolas, mi madre estaba llorando, pero era un lloriqueo muy fuerte.

-¿Qué pasa? Nicolas...

Dije cuando Nicolas me abrazo y comenzó a llorar también.

-Elena, alguien te dio algo para que perdieras al bebe y también ocasionó el incendio.

-¿Qué? ¿Perdí a mi bebe?.- No podía aun asimilar la noticia cuando las lagrimas comenzaron a caer, mis mejillas se mojaron de inmediato y sentí como un aire frío recorría todo mu cuerpo.

Milka lo había hecho una vez mas, de nuevo se había salido con la suya.

La noche había caído, estaba en el hospital, Nicolas estaba dormido en uno de los sillones, alguien toco la puerta y aventó un sobre por debajo, como pude me pare y agarre el sobre, el cual decía "Segunda víctima".

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