Extra #2

1K 118 8
                                    

Mimos...

Los pensamientos de Takao cuando todavía no era pareja de Shintaro, eran tan melosos que hasta tenía que descartar bastantes, ya que, puede que a Shintaro no le gusten.

En las clases que no le llamaban la atención, se la pasaba vagando en su mente, fantaseando con su compañero cualquier cosa que se le ocurra. Había veces que hasta sus mejillas se tornaban rojas por la vergüenza que tendría al hacerlo, en ese entonces creía imposible estar con Midorima. Bueno, ahora el solo quiere probar sus fantasías, hacerle mimos a su novio para que se sonroje !Es algo hermoso!

En estos momentos es receso, y el par está almorzando. Takao no puede dejar de mirar a su lindo novio desde que comenzó a pensar con que fantasía comenzaría. El comportamiento de Kazunari era tan obvio y Midorima está al tanto de sus miradas raras acompañadas de desvíos de miradas. Las miradas de Takao eran un poco incómodas para Shintaro, haciendo que se enojara.

—¿Qué te pasa, Bakao? Me podrías dejar de mirar —Tal vez fue demasiado directo, pero fue culpa de Takao.

—¡Perdón, Shin-chan! No era mi intensión, solo es que... —agachó su cabeza sin terminar la frase.

—Si hay algo que te preocupe solo dímelo, yo estoy aquí para ti... —Lo tsundere se le fue, pero lo hizo por una buena razón. Su querido Kazunari estaba preocupado por algo, era razón suficiente como para ser sincero.

No hablaron nada más, cuando Takao iba a responderle, la campana sonó, haciendo que él se levanté y se vaya a su asiento. Midorima quedó con un mal sabor en su boca, que Takao le ocultara algo, no le gustaba.

Pasó el día sin hablar del tema. Aun así las miradas de Takao no paraban, inseguridades que le daba al peli-verde haciendo que se preocupara. Puede que no le vaya a decir, pero aun así tenía que intentar.

Estaban caminando hacia sus casas, después de un duro entrenamiento. Bueno, ya estaban acostumbrados al nivel de esos entrenamientos, pero aun así eran cansados. Takao caminaba con la cabeza agachada haciendo leves desvíos para mirar a su novio. Midorima quería preguntar que es lo que pasaba, pero él sabía como era Kazunari cuando le molestaba algo, siempre se lo guardaba todo.

—Takao —llamó, teniendo la atención del más bajo— ¿por qué me estas mirando? Llevas haciendo eso todo el día.—Takao se tensó, no esperaba que Midorima fuera a preguntar por su estado, y era la segunda vez que se lo preguntaba y no le pudo responder como es debido. Esta vez no se podría librar de él.

—Lo que pasa es que... —tomó aire— ¡Quiero hacer más cosa de "novios" contigo! ¿Está mal que piense eso, Shin-chan? —Le dio un golpe bajo a Midorima. Ver a su novio avergonzado, diciendo lo que piensa y quiere, era demasiado para Shintaro. ¡Es demasiado lindo como para decirle que "no"!— ¡Shin-chan! ¡¿Me estás escuchando?! —Midorima estaba tratando de ocultar la sonrisa de idiota que tiene ahora, Kazunari no podía ver lo patético que se veía solo por que él dijo algo.

—No tienes de que contenerte, ahora estamos juntos...

Lágrimas, si, Takao está llorando ahora mismo, sin poder parar. No tenía que contener sus ganas de lanzarse a su novio para dejar puros besos en su lindo rostro. Si Midorima quería, se puede burlar de Takao, pero su felicidad es la prioridad ahora.

El peli-verde quería que dejase de llorar. Lo que pasa ahora por su mente debe ser algo demasiado común, pero le gustaba la idea de besar sus labios para que se sorprendiera. Y así lo hizo. Agarró sus muñecas con ambas manos y lo besó. Takao dejó de llorar y sus mejillas estaban rojas, al menos salió lo que quería Midorima. De un momento a otro, Midorima soltó el agarre de las muñecas del contrario, este aprovechó para empujarlo.

¡¡Feliz cumpleaños, Shin-chan!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora