Fiesta y Sorpresas

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Midorima estaba perdiendo la paciencia mientras buscaba por cada parque que se encontraba, había olvidado algo importante, Kazunari pudo a ver ido a otra parte en vez de algún parque. Un lugar que Kazunari no crea que vaya a buscar Midorima, el único lugar que conocía era en la azotea donde ocurrió todo este enredo.

Cuando llegó al instituto trató de calmar los nervios que tenía si es que llegase a encontrarse con Takao, le aterraba saber la respuesta de lo que paso. El sabía que Takao no era el tipo de persona que quiera lastimar sentimientos sin tener alguna razón, o eso quería creer.

Ya subiendo las últimas escaleras para llegar a la azotea, ese sentimiento de temor volvió a aparecer haciendo que sus piernas se quedaran paralizadas sin poder moverse. Si es que está en esa azotea, ¿Cómo se comportaría?, ¿Cómo empezaría la conversación? Preguntas que lo hacían dudar aun más aparecieron. A pesar de todas esas preguntas que pasaban por su mente, él decidió ignorarlas y seguir su camino hacia la azotea.

Al abrir la puerta pudo divisar ese cabello que tanto le gustado acompañado con aquel viento que hacía que su cabellera se moviera, esos ojos que daban miedo en los partidos y esas lágrimas que hace algún tiempo no veía. La mirada sorprendida de Takao era visible a lo lejos, Midorima sin decir alguna palabras se fue acercando a él para dejar un abrazo que sorprendió aun más a Takao.

—Shin-chan... no quiero que solo por lo que pasó, nuestra relación se desmorone —Mas lágrimas de Takao volvieron al decir aquellas palabras, aferrándose al cuerpo de Midorima.

—Takao, como dije antes, esto fue mi culpa. Perdón.

—Te dije que la culpa era mía por haberme dejado llevar...

—No quieres comenzar una pelea, ¿Verdad? —dijo serio Midorima.

Dejaron de abrazarse para poder mirarse los dos, habían muchas cosas que querían decirse, eso era claro, pero para ellos es como si en ese momento no le importase nada a su alrededor.

—Ah, Shin-chan sobre mi respues—

Kazunari no pudo terminar de hablar, debido a que apareció Miyaji abriendo la puerta de una manera desesperada, quedándose Midorima con la duda.

—Midorima, ¿encontraste a Takao? —habló Kiyoshi preocupado.

—Si, ya no hay problema —terminó de decir Shintaro acomodándose los lentes.

Se quedaron viendo un par de segundos antes de que comenzaran a caminar hacia el gimnasio, Kiyoshi iba adelante y Midorima con Takao atrás. Miyaji sonrió y cogió su celular para llamar a Kimura para decirle que el plan sigue en marcha.

Ya en el gimnasio en donde aun se notaban un poco incómodos ese par que destacaban por sus habilidades, sus compañeros no podían evitar sentirse un poco mas aliviados de que al menos su relación no se haya roto.

Todos los que organizaron la fiesta estaban emocionados y desesperados por saber cuales serán los resultados de aquel plan que realizaron para el final de la fiesta. Querían ayudar al menos a que los dos confirmen sus sentimientos mutuos, para así solo quedar con la parte final, la confesión. No van hacer nada malo, solo van ayudar a aquella desesperación que tenían por Midorima y Takao al ver que son unos libros abiertos y no se hayan dado cuenta de algo tan obvio, en serio, es desesperante.

No podrían retroceder el tiempo para volver a tirar los productos sorpresas, por lo cual comenzaron desde donde se quedaron, repartiendo bebidas y comida a cada uno de los integrantes del equipo, los que repartían eran los hermanos Miyaji los que se encargaron de la comida. Después de haber repartido las bebidas Otsubo se acercó a Kimura para hablarle de los "reconciliados".

¡¡Feliz cumpleaños, Shin-chan!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora