I- Hormigueo

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Southern Pines, Carolina del Norte

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Southern Pines, Carolina del Norte

NARRADOR

Lunes 29 de Agosto. 2016

"No importa cómo luzcas, lo que importa es el alma"

Era la frase que siempre les decía su madre a los mellizos North y Everest, ambos eran diferentes a sus demás hermanos. Los amigos de sus padres o sus vecinos solían llamara los mellizos "Los raros de los Allen" y aunque los mellizos no eran muy comunes, pero los comentarios que habían recibido desde niños los habían hecho sentirse mal por demasiado tiempo.

Ambos tenían el cabello gris de nacimiento, su piel era blanca, tanto que se veía pálida y delicada como la nieve, sus ojos grises como una tormenta, resaltaban con el tono de su cabello, haciéndolos brillar.

Sí, sin duda los chicos no eran comunes, Everest y North siempre se preguntaron por qué tan eran diferentes, tenían tres hermanos en total, la mayor Tamía que tenía cabello castaño, su piel en un tono claro pero nada parecido a la de ellos y sus ojos verdosos. 

Su hermano menor Teo tenía el cabello tan negro como el azabache, al igual que su padre y aquellos ojos azul bebé lo hacían un adolescente bastante atractivo. 

Su hermana menor Tiana, tenía el cabello castaño oscuro, unos ojos avellana, toda la familia a excepción de ellos era morena.

Al ser diferentes era difícil encajar entre sus compañeros de clases sin recibir malos comentarios, desde niños en la escuela recibían muchas críticas, haciéndolos apartarse de ellos, y unir más a los mellizos, sus diferencias físicas nunca evitaron que sus hermanas y hermano se mantuvieran unidos.

Tamía siempre fue la fiel defensora, Everest se fue haciendo grande, al igual que North, ambos generaron un fuerte temperamento, sobre todo Everest, entre ambos mellizos, Everest era la temperamental y explosiva.

Hoy era el regreso clases para todos los hermanos, Everest se encontraba nerviosa, al igual que North, era pan de cada día en el instituto ser víctimas de crueles comentarios sobre su cabello, Everest no podía evitar terminar discutiendo en estas situaciones.

Everest no podía estar más harta de que se metieran con ambos, a pesar de que North era su complemento perfecto como un mediador en los problemas, ella era más de acción, cosa que la había llevado a detención muchas veces. El contraste entre los dos era lo que los hacía encajar y entenderse a la perfección.

Luego de acomodar su suéter North bajó hasta la cocina, su madre se encontraba yendo de un lugar a otro preparando el desayuno, se le acercó, mientras Teo se sentaba en la barra.

– ¿Te ayudo mamá?–Le preguntó él, a lo que ella asintió

–Si cariño, sírveles los huevos a tus hermanos mientras termino de hacer el café–Dijo su madre acercándose y depositando un beso en su mejilla, North asintió sonriente y se puso manos a la obra.

Everest: La elegida [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora