II - Alaska

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Dos semanas ya habían pasado desde el extraño suceso en la cafetería, el chico que le hablo a Everest, se disculpó con ella por lo que dijo su ex novia, al parecer la chica no lo había superado, Everest le dijo que no era su culpa y así empezaron ...

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Dos semanas ya habían pasado desde el extraño suceso en la cafetería, el chico que le hablo a Everest, se disculpó con ella por lo que dijo su ex novia, al parecer la chica no lo había superado, Everest le dijo que no era su culpa y así empezaron una conversación amigable.

North como todo hermano celoso y protector, estuvo a su alrededor en todo ese tiempo, aunque él sabía que Everest por los momentos sólo quería hacer amigos, el amor sin duda no era para ella, ya lo había intentado anteriormente y había pasado vergüenza en cada ocasión, sin duda no era para ella el amor. 

North se había convertido en un halcón vigilándola, el hermano de la chica jamás querría que la lastimaran de nuevo. El profesor de ciencia por fin entró al laboratorio donde se encontraban los mellizos, empezó a dar una clase, hablando de moléculas, átomos y sustancias.

Everest y North prestaban atención a lo que este decía, así se fueron las horas de clases hasta que llegó el momento de ir a almorzar. Los mellizos estaban en la fila, tal como dos semanas atrás, lograron ver a su hermana, quien se paseaba con un grupo de chicas y chicos.

Chicos muy guapos pensó Everest

Su hermana siempre fue así, donde llegaba la querían. Era el tipo de chica popular, lástima que ella no era así.

¿Qué hablas? Ni te interesa un poco ser así. Le reprendió su consciencia

Cuando ambos hermanos obtuvieron su comida se dirigieron a sentarse, ambos comían en silencio, hasta que Melody vertió "sin querer" jugo sobre Everest, todos a su alrededor comenzaron a reír, Everest se levantó de su silla echando humo por las orejas.

– ¡¿Acaso estás loca?! –Exclamó Everest

–Loca estás tú, al creer que puedes venir aquí y robarme a mi novio

– ¡Tú novio, no me interesa para nada! –Everest visualizó la bandeja de Melody, donde se encontraba un envase de agua, la chica deseo poder echárselo encima.

– ¡Tú solo eres una puta! –Le gritó la pelinegra, haciendo que Everest perdiera los estribos pero se detuvo cuando algo muy extraño sucedió.

De un momento a otro Melody se encontraba empapada, el envase de agua mineral yacía vacío en el suelo, la peligris parpadeó perpleja intentando entender lo que estaba pasando

–Eve–Llamó su hermano, ella lo miró atónita, él abrió los ojos con sorpresa–. Está pasando, vamos–El chico la tomo del brazo, llevándosela a rastras de la cafetería, escuchando a lo lejos los gritos de la loca.

– ¿Qué pasa, North?

–Tus ojos, hacen esa cosa...–Su mellizo se apunta a los ojos–. Brillan. Esto es muy extraño, Eve

–Leí que... El color de ojos puede volverse más intenso dependiendo los sentimientos–Dice Everest

–Los tuyos brillas sobrenaturalmente–Le dice irritado su hermano, él lo sabía, él estaba allí cuando leyeron eso.

Everest: La elegida [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora