Capítulo XXI- Udens

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Ellos eran como la noche y el día: Opuestos, pero dispuestos a dar todo el uno por el otro

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Ellos eran como la noche y el día: Opuestos, pero dispuestos a dar todo el uno por el otro. Él sus mejores estrellas y ella los mejores rayos de luz

—Anyali Pérez

Tres días después

Sábado, 25 de febrero

Veo la notable mandíbula apretada de Gunter y su gesto impasible antes de regresar la mirada al chico con cabello de color miel frente a mí, bueno, soy mujer y no puedo negar ni un poquito que es extremadamente atractivo.

Sus ojos grises verdosos me miran con una sonrisa petulante en el rostro, también es sarcástico, molesto... y presiento que me sacará de mis casillas más de una vez.

Él es Steve Morris, perteneciente al reino Udens, es decir el reino de agua

—Entonces... Mi amigo ¿Algo te molesta? —Steve con confianza que sinceramente no le he dado pero él se atreve a tomar pasa un brazo por mis hombros

—Primero que nada no soy tú amigo y veo que eres...—Sus ojos azules intensos quedan en los míos, al ver que yo también estoy incomoda su expresión se ablanda un poco, cosa que no dura debido a que regresa su mirada a Steve—. Confianzudo

—Pero si está princesita de aquí ya me ama, lo apuesto ¿No es así, princesa? —Dice, me alarmo porque siento que Gunter se le lanzará encima, aparto su brazo de mis hombros

—Vayamos a lo serio, Steve. ¿Empezarás a entrenarme el lunes? —Pregunto, él asiente

—Después de que vayas a clases claro. Tendremos mucho tiempo a solas—Me guiña un ojo, Gunter resopla, cruzándose de brazos

«Controla a tú instructor, si no quieres que lo mate» La voz de Gunter yace en mi mente, lo miro antes de soltar un suspiro

—De hecho...—Empiezo, creo que debo aligerarlas cosas antes de que esto se convierta en un campo de guerra, miro a Sivor quien está conteniendo una sonrisa debido a la situación—. A petición del rey Noel debo elegir a un chico para que me acompañe en las prácticas, ese es Gunter—Lo miro nuevamente, ahora tiene una sonrisa triunfante.

Te gusta está atención ¿Eh?

—Es como mí... Guardaespaldas y amigo... íntimo, siempre está conmigo—Digo con disimulada coquetería, sé que solo Gunter y quizás Sivor quien se ha atragantado con una risa, entendieron no puedo evitar sonreír debido a la cara de desagrado de Steve.

Mi corazón da un vuelco, brinca, salta, baila e incluso hace striptease, cuando observo cómo me mira Gunter, sus ojos son penetrantes e intensos, su expresión ahora es entre seria y divertida. Es una mirada significativa, expresa miles de sentimientos y hace que mis manos tiemblen un poco.

Oh dios mío

—Bueno, en fin. Igual tendremos unos momentos, allí te enseñaré a dominar el agua—Tomando la seriedad del asunto, yo asiento porque sé que si hablo mi voz saldrá inestable

Everest: La elegida [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora