Una mañana soleada como cualquier otra, o bueno eso era lo que pensaba la chica morena. Abrió los ojos ya que el sol alumbra su bello y delicado rostro. Tomo una ducha como de costumbre. Los labios le temblaban por la temperatura del agua, era fría y cristalina. Se vistió, se arregló y salió de casa. Un camino lleno de tráfico era lo único que le impedía su llegada a su destino.
Hoy era el día que empezaban las clases para los alumnos de la preparatoria. Camila estaba algo nerviosa ya que era su primer día de trabajo y su primer día como profesora. Para ella todo era nuevo y no sabía acoplarse muy bien a la institución. Pensaba que con el paso del tiempo se iba a acostumbrar y ella pondría todo de su parte.
Bajo de su auto y entro a la gran institución. Muchos jóvenes iban entrando a su nuevo salón de clases y eso le causaba alegría. Ella se propuso ser la mejor maestra para enseñarles todo lo que sabe. Era algo timida, eso causaba el miedo pero ya tenía que vencer a esos fantasmas del pasado.
El primer día estubo perfecto. Nada fuera de lo común, solo se presentó con sus alumnos y ellos con ella. Al menos ya iba disminuyendo el pánico escénico. Tiempo después la llamaron para una junta, a la cual irían todos sus compañeros de trabajo. Entro y se sentó hasta atrás. Ponía atención a lo que decía el rector:
-Bienvenidos sean todos ustedes. Quiero agradecerles a todos por comprometerse con estos jóvenes para que sean mejores personas. Como saben aquí en la preparatoria Belmont cada año entran maestros capacitados para ver su desarrollo y sobre todo para darles una nueva oportunidad. Los voy a presentar; Señor Herlen y Señorita Camila pasen al frente-. Camila abrió sus ojos grandes y tuvo que pasar al frente.
-Como rector puedo decirles que estoy muy contento al tenerlos a ellos. Fui su maestro y son muy buenos en esto se los aseguro. Me retiro y por último quiero pedir un aplauso para esté par-. Las mejillas de Camila ardían, como ya lo mencioné antes era muy penosa. Aplausos se escucharon y ella simplemente dibujó una sonrisa. Casi casi corrió a su asiento para esconderse. Sintió una mirada y al voltear unos ojos verdes la anlizaban detalladamente. Ella no prestó atención y simplemente volteo a otro lugar.
Pensó que alguien le iba a hablar, pero nada de nada. Era como si tuviera alguna enfermedad. Ya no le causaba tanta tristeza, siempre pasaba lo mismo. Nadie quiera ser su amigo/a....Pasaron dos semanas y ella seguía sin hablarle a nadie pero a ella no le importaba. Ya era costumbre estar sola. La semana empezaba y Camila decidió aplicar un pequeño examen sopresa para sus alumnos y esto provoco que llevara muchas hojas en la mano y para su mala suerte se tropezó y se le cayeron todas.
-Genial-. La chica morena se agachó para recojer aquel desastre. Al recoger la primera hoja tocó una mano. Una mano suave y fría.
-Creo que necesitas ayuda para recojer todo esto-. Cuando Camila volteo vio de frente a una chica muy linda. Sus ojos verdes hacían juego con su piel blanca. Su cabello negro y largo estaba precioso. Y esa sonrisa la estaba poniendo más nerviosa de lo que ya estaba
-No es necesario que me ayudes-. Camila hablo en tono bajo
-Claro que sí, mira todo ese desastre- Insistía la chica ojiverde.
-Esta bien acepto tu ayuda- dijo Camila con un intento de sonrisa.
-Empezaré cuando sueltes mi mano- respondió la chica. Camila poco a poco retiro su mano sin dejarla verla a los ojos y empezaron a recoger las hojas. Esos ojos ya los había visto alguna vez.
-Mucho gusto yo soy Lauren Jauregui. Sabes ya te había visto antes solo que no me atrevía a hablarte porque eres algo timida-
-¿Porque dices que soy timida?-
-Tus mejillas te están delatando en estos momentos-. Camila se tocó las mejillas e hizo una cara de pena. Esto provoco que Lauren soltará una pequeña risa.
-Oh bueno esque me da algo de pena hablar con las personas... Por cierto yo me llamo Camila. Sabes ya tengo que irme porque tengo un grupo al cual darle clase-
-Okay nos vemos Camila- respondió Lauren ya derrotada.
Cuando Lauren camino Camila la miro de arriba hacia abajo y solo sonrió. No era que le cayera mal o algo por el estilo, era simplemente que sus fantasmas aún la atormentaban. Esto causaba que ya no tuviese confianza en sí misma y que pensara que ella era la culpable de que nadie le quisiera hablar.
Se llegó la hora de la salida y Camila se dirigió a la sala de maestros a poner su firma para poder salir.
-Hola de nuevo Camila- dijo Lauren con una sonrisa
-Lauren... ¿tu tambien ya te vas?- Dijo Camila algo nerviosa y creo que se arrepintió de haber preguntado eso. Era obvio que Lauren ya se iba, pero los nervios siempre la habían decir cosas que ya eran obvias
-Si sólo estoy guardando mis cosas"- respondió la ojiverde. Ella veía como nuevamente las mejillas le ardían a la chica morena.
En ese momento paso algo extraño... Lauren al ver lo nerviosa que se ponía Camila con ella le agarro el rostro con mucha delicadeza
-Por el amor de Dios no seas tan timida Camila-
-Nono yo solo llevo algo de prisa... Y... Y- Dijo Camila casi tartamudeando.
Lauren no le soltaba la cara y Camila la hagarro del brazo. Al verse y nunca soltarse se iban acercando más y más... ¿Qué podría pasar?
Hola hola. Es mi primer historia y espero que les guste. Será algo corta ya que solo me quiero probar en el mundo de Wattpad así que iré algo rápido. Y qué mejor empezar con una historia Camren❤️.
Espero que sea de su agrado 😚-vicoGámez 🌻
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Amarte es mi secreto (Camren)
Short StoryCamila Cabello, la vida le daba un golpe de suerte al estar a apunto de casarse con el "amor de su vida" pero... conoce a una aperlada chica Lauren Jauregui. Cuando se conocen, comparten un secreto que nadie más debe de saber. Ninguna de las dos se...