Amarte es mi secreto (Camren)

11. Tu eres lo que yo quiero

Lauren beso la frente de Camila y le dijo: -No digas tonterías Camila. Sé que cuando pase un tiempo te vas a olvidar de mí y serás feliz-.

-Lauren... ¿Realmente tú quieres que me casé con el?-. Al terminar de decir estás palabras, la ojiverde le dió la espalda a Camila. No podía nisiquira hablar

-Respondeme por favor Lau-. Camila estaba desesperada

-¿Que más da si quiero o no?. Lo harás Camz-

-Eso no responde a mi pregunta Jauregui-. Lauren volvió a mirar a Camila

-¡Pues obvio que no quiero Camz!. Por más que me mienta a mi misma te sigo amando con las mismas fuerzas desde que te ví por primera vez. Pero como te lo vuelvo a repetir, por mi culpa no te detengas-. Camila quería escuchar esas palabras para tomar una decisión que había pensado toda la noche.

-Esta bien... Si así tú lo deseas-. Camila fue interrumpida por padre, el cual había entrado a la habitación.

-Hija perdon por interrumpirles, pero llegó al auto de bodas. Deberías subir tu y tu amiga por favor- dijo Alejandro. Camilia asintió y Lauren ayudó a su amada a salir de la habitación. No quería que el vestido se arrugará o algo por el estilo.

Después de unos minutos, Lauren y Camila subieron al auto color negro y adornado con unos cuantos moños balncos. El conductor les abrió la puerta y se volvió a su haciento para manejar.
En la trayectoria del camino las dos iban muy calladas y se puede decir que muy serias. Pero debajo de esa seriedad sus manos estaban entrelazadas y escondidas en el vestido blanco de la morena. No podían evitar demostrarse su amor, aunque fuera la boda de una de ellas.
El conductor se detuvo por un parque, aunque estaba vacío:

-Señoritas me da mucha pena, pero... ¿Pueden esperar aquí por favor?. Iré por unas botellas de agua para ustedes y para mi, siento que hace algo de calor- Dijo el conductor algo apenado.

-Claro que si joven, valla y de paso le pido un favor. Pierdase por lo menos unos quince o veinte minutos. Necesito hablar con la novia- Respondio Lauren y el chofer la miró algo extraño -Ya sabe, está nerviosa por la boda y necesito calmarla-

- Está bien señorita, no estamos retrasados de tiempo. Regreso en un momento-. El chófer le sonrió y acepto irse

-¿Porque le dijiste que se perdiera quince o veinte minutos?- Dijo Camila confundida

-Quiero decirte que probablemente me iré ah Canadá. Hay una oferta de trabajo muy buena. Además, verte en la preparatoria me hará demasiado daño. No quiero cometer una locura- Respondió Lauren

-!¿Qué? No puedes hacerme esto Lauren.¡ Yo pensé que te irías a un lugar más cercas, aquí mismo en el país. ¿Qué te pasa? -Dijo Camila en un tono molesto.

-¿Acaso tu crees que seré feliz después de esta experiencia? Desde que te ví por primera vez me enamoraste, fue amor a primera vista, nadie tuvo la culpa de nada Camila. El destino nos jugo mal. Creeme que jamás amare a nadie como lo he hecho contigo mi pequeña. Y si corrí al chófer no fue para pelear, si no para esto-. Lauren al decir esto beso de nuevo a Camila.

Lauren deslizaba su boca hacia abajo para terminar por el cuello de su morena, besándolo y mordiendolo a su gusto. Camila gemía, mientras apretaba sus dientes.
-Para Lau, pueden vernos- dijo Camila sin retirar a Lauren de ella.

-El chófer llega en diez minutos, además aquí no hay nadie- respondio la ojiverde.

Camila no supo ni como le hizo, pero ella ya estaba arriba de Lauren y nunca se dejaron de besar. Lauren metio sus manos por debajo del vestido de Camila, apretandole el trasero y está seguir gimiendo. A la ojiverde le daba igual si la veían o no, ella desabrocho la parte de arriba del vestido de la morena, a modo que  quedaban descubierto sus pechos.