¿Quién gobierna tu vida?

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Mucha gente basa su felicidad en factores externos. Creen que lo que realmente necesitan está fuera de ellos y no dentro. Su conyugue, los amigos, la familia, el dinero, las posesiones, el placer o la religión. Sin embargo, no podemos depender de estos factores porque son totalmente volátiles. En cambio, si basamos nuestra felicidad en principios internos, estos no reaccionan, no enloquecen, ni empiezan a tratarnos de otro modo. Los principios no se divorcian de nosotros, están a salvo de incendios, terremotos o robos, no dependen de la moda, y no mueren, por lo tanto, podemos depender de ellos. Estos principios tal y como los menciona Covey son el pilar fundamental para alcanzar nuestros objetivos. En la medida en que seamos fieles a ellos, en la medida en que nos arraiguemos a nuestros principios y convicciones ganaremos a largo plazo.

Nuestra vida estuvo gobernada por creencias limitantes, órdenes derrotistas de una consciencia incompleta y aletargada, una visión nefasta de un mundo de injusticias y quejas, una interpretación de la realidad sin proyecciones, y una concepción de los hechos basados en factores inamovibles y negativos.

Si tomamos como guía la frustración que sentimos cada vez que estos conceptos manejaron nuestras expectativas, manipularon nuestras acciones y determinaron nuestro destino, avanzaremos cada vez más rápido en un camino que no conduce a nada. Nuestra percepción de la realidad es lo que determina nuestra actuación dentro de ella.

Cada persona solo puede tomar las acciones correspondientes de acuerdo con lo que interprete, es decir a la realidad que observe o crea observar. Las creencias son más poderosas que la realidad.

Por esta misma razón es que mucha gente centra su preocupación en lo que no puede resolver en lugar de centrarse en lo que sí puede cambiar. Tienen la enorme capacidad de enfocarse en los problemas en lugar de las soluciones, profetizan todas las catástrofes, más nunca son perceptivos a ninguna de ellas.

Esta forma de conducirnos es precisamente lo que estuvo llevándonos al callejón sin salida de nuestra mente. Trabajando en negativo, nuestra misma consciencia nos arrincona y nuestra mente nos acorrala en un mundo nefasto y sin escapatoria, ya que nadie puede escapar de una cárcel, si no sabe que está en una.

Comenzar a regir nuestra vida por principios es la clave fundamental para iniciar un cambio rotundo, en mi libro anterior menciono 9 de estos principios que pueden llevarte de la persona que eres a la persona que quieres ser.

¿Qué vas a hacer con el tiempo que te queda de vida? 

¿Qué vas a hacer con el tiempo que te queda de vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora