7-Álbum, y una sorpresa no tan agradable

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El tigre estaba cansado, y eso que solo llevaban como quince minutos juntos en el auto, el imaginarse que pasaría el fin de semana con Takao y Tatsuya cantando canciones de Disney todo el tiempo ya le daba migraña, gracias a Dios tan solo faltaban un par de edificios residenciales para que llegaran al propio, eso , sin embargo no le quitó las ganas de saltar del auto cuando comenzó a sonar otra canción de Encantada,  y es que la verdad de todas las películas la que menos le pareció fue esa, bueno el punto es que ya faltaba poco, para poder empacar sus cosas, especialmente sus audífonos ya lo veía a él tranquilo en la playa, y Takao y su Bro ahogándose pidiendo ayuda mientras el escucha Say you won't let go, sonrío , si definitivamente necesitaría sus audífonos.

En el departamento .....

Los miembros de la GOM estaban esparcidos por todo el piso, kise estaba en el baño donde juzgaba los productos del cabello del tigre, Akashi se encontraba en la habitación principal junto con Kuroko buscando alguna cosa que les pudiera decir donde se encontraba su Taiga, claro sin desperdiciar la oportunidad de llevarse una que otra prenda y las fotos de su adorable tigre de pequeño, la ubicación de Aomine era desconocida pero Midorima decía que lo había visto en el cuarto de invitados mirando fijamente un sostén y unos calzoncillos, seguramente decidiendo cuál llevarse, Midorima sólo rondaba la casa él esperaba que el pelirrojo se apareciera en la casa, Atsushi estaba en la cocina preparando un gran pastel de disculpas que según el, le gustaría tanto a su Tai-chin que lo perdonaría y le daría muchos besos, lo que no sabían, por lo menos con certeza, era si el tigre regresaría, por que si no era así  tendrían que recurrir al plan B, y ese plan incluía a cierto señor intimidante padre de uno de ellos, que para añadir estaba molesto por herir a alguien tan lindo como taiga-chan.

Debieron admitir que aceptar el plan de un viejo senil no fue la mejor decisión, pero el por lo menos tenía la decencia de admitir su error, ellos sin embargo no tenían excusa alguna, pudieron haberse negado o simplemente ignorado al viejo, pero no, el ansía de poder pudo más que su amor en ese momento, y ahora solo queda el arrepentimiento.

En la habitación donde estaban Akashi y Kuroko se podía ver a estos dos viendo un par  de albúms familiares, al principio quedaron en un acuerdo, solo ellos tendrían acceso a las fotos , si, bueno, todo se fue al carajo cuando vieron una foto de su lindo tigre cuando era pequeño con un traje de tigre haciendo el gesto de pequeñas garritas y diciendo "GAO!!" ambos querían, no, necesitaban esa foto, y entonces Akashi la tenía , y en el instante en que kuroko lo vio con ojos asesinos supo que tenía que correr, porque hasta al poderosos emperador le daba miedo el fantasma, así que un poco apresurado salió de la habitación con el once de seirin a unos cuantos pasos detrás de el , los demás al verlos tan apresurados no tardaron en unirse, Kise fue el que le quitó la foto al emperador, el rubio al darse cuenta de la imagen que tenia en la mano salió corriendo lo más rápido que pudo, en un momento deseó salir del departamento , pero solo se quedó mirando la puerta, pensando que si salía no podría ver a su taigacchi, en eso llego el negro y le quitó la foto de las manos, con los lloriqueos del rubio como canción de fondo el corrió por la cocina pero ahora el emperador tenía sus tijeras, o que dios lo perdone pero la foto valía mas que su vida, así que  saltando la isla de la cocina fue de nuevo hacia el cuarto, pero no vio al gigante, así que chocaron y los presentes al querer la foto se abalanzaron también, excepto por cierto peliceleste que tomó la foto de la mano de Midorima que sobresalía de la maraña en el piso.

-Taiga-kun, es tan lindo- dijo el peliceleste con un brillo de amor en sus ojos normalmente inexpresivos mientras sostenía la foto de su hermoso tigre de pequeño.

Mientras ellos estaban ocupados tratando de quitarle nuevamente la foto, la puerta del departamento se abría de manera cautelosa, hasta que Takao la pateo para gritar "Alto!, Policía!", en ese momento Taiga no sabia si golpear a Takao por imprudente o llamar a al verdadero departamento de policía, y sólo pudo atinar a suspirar.

-Tai.....-chin- Se escuchó la voz temblorosa de Murasakibara, y él nombrado se paralizó.

ConsecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora