CANCIÓN PARA EL CAPÍTULO: Too much to ask - Niall Horan
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Es la hora del almuerzo. Se supone que luego comienza mi tercera clase del día, pero yo he decidido seguir faltando incluso a las dos primeras encerrándome en el baño de los hombres con más miedo del que me animaría a admitir en voz alta. No hay nada que pueda decir y no se haya dicho antes. Las cosas se han salido de control y podríamos admitir que hay dos diferencias entre lo de Cassie y esto. La primera es el insignificante detalle de que esta vez puede acabar mucho peor y la segunda es que, visto lo visto, la relación que mantenemos William y yo comienza a decaer.
No me gusta cómo suena eso, y tampoco es que me afecte de miles de maneras diferentes solo por estar ocurriendo ahora. Da igual el momento. Nunca me sentiría capaz de admitir que nos estamos distanciando, que algo funciona mal. Lo peor de todo es que no veo ninguna razón. Antes de la fiesta todo parecía estar bien. No alcanzo a ver el punto en el que las cosas se jodieron porque no parece existir tal momento. En la casa de Andrew seguíamos siendo él y yo. Cameron y William. William y Cameron. Pero después un rayo con el nombre de conf.anon parece haber llegado para atravesar todo lo bueno que habíamos alcanzado a construir. Lo partió de miles de maneras diferentes.
Se siente como una maldita pesadilla. Otra luego de la de Cassie.
Alguien entra al baño, apresurado, sin reparar en que el cubículo de la izquierda lleva ocupado casi tres horas. Las razones que creo tener para estar aquí no parecen ser válidas. Si alguien me lo preguntase, debería haber afrontado esto mucho antes, el lunes luego de la fiesta, pero no me vi capaz e incluso ahora, al correr de una semana, sigo sin mirar atrás pensando que podría haberlo hecho. No podría haber enfrentado toda esta mierda desde un primer momento. No es así. Sigue sin serlo. El hecho de que me encierre no hace más que comprobarlo.
Oigo el pitido que indica el comienzo del almuerzo, pero no me muevo. Mi estómago ruge. Estoy muerto de hambre y no voy a hacer nada para corregirlo porque no pienso asistir de nuevo al comedor. Mierda, no. Por más que esa sea mi única oportunidad para cruzarme de una maldita vez con William para que hablemos, ese asqueroso lugar es una cárcel en la que no pienso encerrarme por cuenta propia. No aun al menos.
—He oído que el imbécil de la cuenta de Instagram ha vuelto—oigo que dice alguien tan de repente que no puedo evitarlo y la curiosidad me domina. Quiero abrir la puerta para comprobar de quién se trata.
Mis intenciones caen hasta mis pies cuando oigo otra voz que responde.
—Es un cobarde. Ha estado faltando toda esta semana. No creo que valga la pena meternos con él, Erick.
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Toquemos las estrellas ©
Teen FictionCameron es el tipo de persona que: A, es expulsado luego de intentar "defender sus derechos". B, no deja de comer y aún así no engorda. C, está perdidamente enamorado de alguien a quien no puede querer.