Capítulo 1: Emociones.

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-Hola gente soy Rockchik, estaba muy indecisa de si subir esto o no, se me ocurrió un día luego de despertar y mirar mi chancla como por 10 minutos xD así que espero que les guste esto es Abrazando al enemigo

Capítulo 1:

Emociones...

Puedo estar triste feliz o enojada, hay tantas emociones para probar en este mundo que francamente no sé cual de toda puede describir como me siento.
Emociones ¿Por qué son ustedes así de crueles y ruines? Comienzo a odiarlas y sin embargo no puedo sacarlas de mi cabeza, porque me hacen ser quien soy...

Una chica encerrada en su habitación (Anónimo, 2017)

El sol comenzaba a aparecer por el horizonte pintando de tonos ocres toda la ciudad de Manhattan, era algo agradable tomando en cuenta que hacía bastantes días que no tenían un amanecer tan bello como debía de ser.

Ella se levantó de la cama entonces, juntó con el sol, ese intruso que había entrado por su ventana levantándola para que mirara el cielo, se vistió al sentir un enorme deseo de caminar,  unos jeans, una blusa de tirantes blanca, su sudadera en color gris y una bufanda lavanda que en su opinión le quedaba divina. Así salió a las calles para disfrutar el enorme cambio de clima que había sucedido luego de un par de semanas lluviosas.

Aunque el sol estuviera en su punto más alto (que se podía siendo aún cerca de las 11am), no quería decir que fuera a hacer menos frío. La bufanda que adornaba su garganta y la mantenía protegida del frío no paraba la producción de vahó consecuencia de la temperatura cálida de su cuerpo a la helada de la ciudad.
Que poco a poco iba subiendo con la salida del sol.

Siguió caminando ignorando a todo aquél ser que no fuera su smartphone para mirar la hora y cambiar la canción que escuchaba  por sus auriculares.
La calle sin embargo siempre era la misma, esos edificios grises y algunos negocios de enormes ventanales que exhibían líneas de ropa de los más grandes diseñadores... A veces los envidiaba, pero era una envidia  de todos los que podían estar al lado de esos grandes genios de la moda, ella quería estar a su lado, aprender de ellos, conocer todo aquello que los inspiraba y guiaba sus pasos al diseño.

Se sentía extrañamente emocionada, era como si una corriente eléctrica le recorriese el cuerpo entero, no lo entendía pues días antes había tenido un día terrible, había terminado con su novio Trenderhoof luego de una larga discusión porque él quería irse a un retiro espiritual al campo, meterse al bosque, perderse en una cueva y volver tras algunos meses a la civilización, cosa que a Rarity no le había gustado absolutamente nada.
Si bien su espíritu rústico fue lo que en primer lugar le había encantado de él, sentía que lo que su novio (ex ahora) era una completa locura, sus ideas radicales y hippies habían llegado al límite de su paciencia, primero aceptó que decorara la sala de su casa con cosas antiguas y reutilizando; aunque nunca se había visto más divina su casa. Después aceptó que cultivaran todo lo que iban a comer en su jardín, permitiéndole a Trender deshacerse de todas sus flores para cultivar vegetales y especias al por mayor, no obstante eso le había ahorrado mucho dinero y había logrado desaparecer sus alergias, aunque claro, ella no tocaba casi nunca el jardín. Luego Trender, le dió por dejar de bañarse varios días para ahorrar agua, dejar de pagar la luz y colocar luz solar en su casa, sin hablar de que quería comprar una vaca para incluso hacer su propia mantequilla, queso y beber su propia leche.

Pero de ninguna forma la verían a ella cometiendo tal suicidio de su reputación y clase yéndose a quién sabe que parte a perder durante meses sin su celular, Internet, tecnología ni comida o agua. Por eso optó por cortar por lo sano con Trenderhoof, era lo mejor que podía hacer.

Además de esa larga pelea, el rompimiento, se quedó sin fondos en la tarjeta, perdió sus llaves, llovió todo el día, un auto la mojó, se quedó varada sin combustible y llegó a su casa ese mismo día con la única y completa intención de dormir tras un agotador y terrible día como ese había sido.

Ahora, se dejaba llevar sintiéndose de alguna manera liberada por algo, como si le hubieran quitado unos pesados grilletes que la encadenaban, se sentía más libre y viva que nunca en toda su vida había estado.

Paró para comer en su lugar favorito, tras cerca de 3 horas caminando sin parar, ahora se explicaba como había llegado a la cafetería de su amiga Pinkie Pie,  "El palacio Globo" sin duda sonaba un tanto infantil, pero era uno de los lugares que más frecuentaban muchas personas en la ciudad y aunque la comida era demasiado buena lo que más destacaba allí eran las bebidas dulces y los postres de su amiga.

Entró sin muchos rodeos y tomó un lugar en su mesa preferida esperando a que le tomaran la orden, se quitó los auriculares y miró a su alrededor, había muchos estudiantes... Debía ser receso en la Canterlot High School, la escuela de donde ella y algunas de sus amigas habían egresado. Lugar del cuál casualmente estaba cerca el negocio de su amiga.

Sonrió algo perdida en sus pensamientos, en aquella bella época estudiantil francamente no hacía nada más que ser completamente feliz con todo, eran simplemente tiempos más felices, aquellos en los que no hacía falta preocuparse por más cosas que pasar los exámenes y terminar vestuarios con los que experimentaba su corte y confección.

Eran simplemente días que disfrutaba mucho, pero como crecer es parte de la vida, terminaron sus 3 años y tras ellos tuvieron que tomar caminos distintos, aunque hablando por Pinkie Pie, no tan distintos ya que de manera milagrosa había logrado obtener ese local tan grande en una ubicación excelente y aún precio razonable.

Aún no entendía como su amiga lograba hacerlo pero era muy buena con los negocios, claro que ella no continuó estudiando sino que se dedicó de lleno a su negocio.
Desvió su mirada de sus divagaciones y miró como la chica de la cual divagaba se acercaba patinando a velocidad y cuando pensó que se estrellaría con ella se cubrió con los brazos, sintiéndose tonta al ver que nada había pasado en realidad.

—Hola Rarity- Sonrió la chica del cabello rosa,— Que sorpresa verte por aquí, pensé que estarías muy ocupada con la apertura de tu nueva línea de moda, ni Twilight, ni yo te veíamos hace unos días, pero no me malentiendas estoy muy feliz, feliz, feliz de verte aunque eso es poco... estoy super, duper feliz de verte- habló de manera apresurada y le extendió un menú rápidamente.

—Por dios Darling pensé que realmente te estrellarías contra mí.- Fue recuperando su color de piel y sonrió— Lo sé había estado muy agobiada dándole los toques finales aun par de encargos, pero ya casi terminaré con mi próxima línea.- Tomó el menú mirándolo,—Pero Pinkie Pie, cada vez que paso por aquí tienes un platillo o una bebida nueva ¿No crees que ya tienes mucha variedad?

—Para nada.- Se defendió la otra,— Nunca se es suficiente, además creo que este paso podré abrir un segundo local, Twilight maneja mis finanzas y dice que podré abrir un segundo negocio en otra ciudad vecina en unos cuántos meses, así que por mientras eso ocurre quiero hacer todos los platillos que me faltaba incorporar.- Le sonrió animada.— Estoy demasiado emocionada por esa noticia... Tan emocionada que podría saltar, saltar y saltar muchas veces- Realizó un giro con salto con sus patines.

—Pues me alegra esa noticia Pinkie.- La miró sonriente y luego devolvió la mirada al menú.—Sabes, sírveme algo de lo nuevo que tienes, por favor, en verdad me gustaría probar algo de eso, suena realmente delicioso todo.-Soltó una pequeña risa.

—A la orden.- Recogió el menú y se alejó a la cocina para prepararle algo a la chica.

La modista miró su celular al ver que había vibrado, sorprendida prestó atención a un mensaje de su progenitor, el Alcalde Magnus;

"Hija mía...
Espero que todo vaya bien con tu colección pero me temo que te necesito en mi despacho con la mayor brevedad, tengo noticias y además quiero verte.
Con cariño Papá"

Se sorprendió al mirar el mensaje pero antes de ir directo con su papá debía desayunar algo, no obstante sabía que si su padre había mandado un mensaje para verla no era porque la extrañara, ni tampoco se traba de buenas noticias, a veces se sentía muy sola, porque desde que su madre había muerto y su padre había tomado posesión en puestos políticos se había transformado... Y era claro que no le tenía buenas noticias.

Continuará...

N.a: Muchas gracias por llegar hasta este punto del capítulo uno, esta es una historia que he hecho con mucho cariño para ustedes y trataré de actualizar una vez cada semana, espero sus comentarios de amor odio y que tengan un hermoso día.

Atte.RockChik

Abrazando Al EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora