Abrazando Al Enemigo

Capítulo 6: Enigma

Muy buenas a todos, esta vez he vuelto con otro capitulo, lamento la tardanza yo sé que acostumbro subir en jueves o miércoles pero he tenido una semana ocupada.
Gracias por leer y comentar para seguir mejorando porque esto es para ustedes.

Capítulo 6: Enigma

Allí estaban las dos una como víctima y la otra como salvadora.
La chica rubia con su mente aun confusa miró a la chica que la había alejado de su castigo, para luego observar su entorno con mas calma.
Sintió de nuevo un cansancio similar al que había experimentando antes de perder la consciencia. Sin embargo tenía frente a ella a su salvadora si podía llamarla así en verdad, era solo alguien que no entendía que pasaba y porque ella estaba en esa situación.

Aunque pensándolo desde otro punto de vista quizás se cobraría el favor, cosa que a Applejack no les gustaba, porque aunque no lo quisiera ahora le debía un favor a la chica del cabello violeta.

Rarity estaba realmente preocupada por la otra chica al grado de que incluso se sentía completamente responsable de ella, suspiró sin saber que hacer al ver que la reacción de la chica era de gran desconfianza ante ella, aunque era lo más lógico que estuviera así.

Tocó con calma la frente de la otra y comprobó que estaba deshidratada, con rapidez le sirvió en un vaso un suero que le había preparado la Señora Smith para la chica rubia.

-Vamos bebe, te hará bien...- Le acercó el vaso a los labios para que bebiera el líquido.

Applejack miró a la chica con desconfianza y cerró más sus labios impidiendo que el líquido llegara a ellos, la pelimorada la miró preocupada y no pudo evitar acariciar su frente.

-Por dios... Estás ardiendo en fiebre... bebelo por favor, juro que no tiene nada malo, lo hizo la señora Smith cuando le dije que te encontré débil -Acarició nuevamente su frente-En serio... lo prometo- volvió a pedirle con una voz de lo más dulce, limpia de cualquier rastro de malicia.

La vaquera miró a la chica que tenia en frente y la analizó como queriendo leerla como si de un libro se tratara, al final con un gran suspiró comenzó a beber el líquido sintiendo el alivio casi al instante.

-Gracias...- La miró con cansancio e hizo un intento de levantarse de la cama siendo detenida por la menor.

-No, no, no querida ¿qué haces?- Le reprendió como un padre a un niño pequeño-Quédate recostada o puedes ponerte peor- Le sonrió-No te preocupes por nada yo cuidaré de ti... Solo descansa un poco más.

-Pero... el trabajo, debo regresar o volverán a... -Frenó en seco su última palabra, quizás no era lo mejor referir que la castigarían, no tenía la mínima idea de quien era esa desconocida que la estaba ayudando.

-No, no debes ir, estás demasiado débil.- Optó por no preguntar por la situación por la que la chica había pasado, quizás no quería hablar de ella, así que se limitó a pedirle que no se fuera y se quedara a descansar-No te dejaré, te quedarás aquí y yo hablaré con el señor Tirek para que no seas molestada en ningún momento, no debes jugar así con tu salud.

La campesina se quedó en silencio mirando a la chica, apreció más de cerca sus facciones, comenzó a analizar sus posibilidades, no es como que quisiera volver a trabajar, no quería, pero tampoco la dejaría ir la señorita Rarity... Así que solo tenía una opción quedarse en cama a descansar y esperar que Tirek no se desquitara con ella luego de esa afrenta que aunque no fuera intencional, ella siempre terminaba castigada.

-Esta bien, usted gana señorita- Se dió por vencida y se mantuvo más relajada en la cama donde yacía cansada.

-Bien- Sonrió satisfecha de haber logrado su cometido de tal forma que cambió de nuevo su comprensa y acarició su mejilla tiernamente- Ahora debes descansar querida- La arropó con calma para ir a cambiar el agua que usaba para las comprensas por agua más fría.