Cuando se fue del lado de Tirek, la modista dió un gran suspiro de alivio, ese hombre le daba una terrible espina, era como si con la mirada quisiera desvestirla, tocar su cuerpo, la miraba de una form lujuriosa que no soportaba, era repugnante para su ser tener que verlo a él, le fastidiaba de sobre manera pero al final había logrado su cometido pero le quedaban un par de dudas.
¿A que se había querdido referir Tirek al decir que ella era rebelde? y también que quería decir con los correctivos, por alguna razón ese término le sonaba a que le aplicaban algún tipo de castigo, pero tambien había algo, ¿por qué habría de ser rebelde esa chica tan amable?
Simplemente las cosas no encajaban a como se las habían contado, mientras caminaba a la habitación pensaba en eso, tenía ahora tantas dudas sobre la chica que si lo notaba bien, en un principio había actuado bastante sumisa ante ella.Se preguntaba que clase de cosas sucederían en la vida de esa joven, le preocupaba un poco, a pesar de que recién hubiese llegado a la granja, pero no era su estilo dejar que a los demás les pasaran cosas malas y ella quedarse de brazos cruzados con la situación.
Por el contrario de su padre, ella y su hermana eran muy distintas a él que ya de ante mano sabían que el no hacía algo a menos de que tuviera un beneficio en ello, cosa que a ambas las molestaba bastante. No era el la persona que las había criado, pero no podían hacer nada.Llegó a la habitación y encontró a la chica que dormía calmadamente en la cama, sus respiración era calmada, su rostro completamente apacible, se veía bastante linda, sonrió y la cubrío con una manta ya qué comenzaba a atardecer y en los últimos días había comprobado que era algo frío el clima por la noche cosa que no le sorprendía mucho, era de lo más normal.
Decidó ir a la cocina y pedirle algo a la señora Smith para que ambas cenaran cuando la vaquera despertara, la cuidaría por haber despertado su inspiración.
Salío de la habitación sin hacer mucho ruido dejando dormir a la chica, al llegar a la cocina encontró a su hermanita con la niña que había ido a buscar a Applejack. Sonrió al saber que al menos su hermana ya no estaría sola en esos días que pasarían en la granja y eso la ponía más que feliz, tendría una compañera de travesuras y juegos.—Sweetie Belle- sonrió la modista—Me alegra ver que ya tienes una amiga para jugar- La miró.
—Si- Asintió energeticamente la chica—Ella es Applebloom—Sonrió- Applebloom... Te presento a mi hermana Rarity.
—Nos conocimos hace poco- Sonrió la menor—Pero muchas gracias por presentarla.
—Así es- Confirmó Rarity—Bueno, espero que no se metan en muchos problemas, yo solo iré a pedirle algo para cenar a la señora Smith y volvere a mi habitación. Así que buenas noches Sweetie- Se acercó a la menor y beso su frente—No te duermas tan tarde- Se acercó a Applebloom y revolvió su cabello— Descansen pequeñas.
Se acercó la modista a la cocina y entró mirando a la octagenaria preparando una tarta, parecía algo estresada la mujer, aunque para ser franca se había estresado desde que llegó la modista con la chica. Se sentía algo culpable, pero era lo más normal que estuviera ella preocupada.
—Señora Smith...- Se acercó la chica—Applejack esta bien- la miró—Despertó hace poco pero ella volvió a dormir, la fiebre bajo y está mejor...
—Me alegro- Soltó un suspiro completamente aliviado de haber escuchado que su nieta estaba mejor.—No sé que hubiese pasado si no la hubieras encontrado querida...
—Lo bueno es que la encontré y ahora estab bien- Sonrió—Solo que, bueno, quiero pedirle si no es mucha molestia, algo para que ambas comamos algo.
—Por supuesto, faltaba más—Sonrió la mujer- Estoy feliz que dejame prepararles algo delicioso—Comenzó a caminar tomando frascos con especies y pasó por último al refrigerador.—Puedes esperarme en el comedor si lo deseas... tardaré un poco- Le guiño un ojo a la modista.
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Abrazando Al Enemigo
Fiksi Penggemar¿Por qué siento que a tú lado vuelo?... ¿Por qué siento que abrazo a mi enemigo a tú lado? No quiero seguir pensando pues mi corazón late adolorido al saberte amada y al mismo tiempo un peligro para aquellos que amo. Yo lo sé, no es culpa tuya ni mí...