Capítulo 3: A La Fuerza

250 30 4
                                    

Hola a todos, muchas gracias por seguir mi historia, también me gustaría decir que no sean tímidos, me gustaría que se manifestaran :3 porque está historia es para ustedes y me gustaría saber que clase de impacto estoy causando en ustedes, sin más les dejo el capítulo de está semana.

Capítulo 3: A La Fuerza

Porque será que cada vez que él habla yo debo hacer lo que me dice, soy algo así como la marioneta que usa para su siniestro juego de poder, siempre buscando más y más poder.

Lo corrompió completamente esa sed enfermiza de dominio que tiene, mi madre sufrió de ella pero jamás le dijo nada, tan sumisa como ahora yo, que tampoco le estoy diciendo nada.

Ya grité hasta romperme la garganta en sollozos, ya golpee una, dos, tres, mil veces la cama, la almohada, incluso me lastimé los nudillos cuando golpeé la pared sin más. Pero no encuentro otra forma de sacar mi odio, mi odio por sentirme controlada por el.

Puedo recordar las palabras de mi querida madre, "Magnus... Ese sueño no es tuyo, no entres a ese mundo o no habrá vuelta atrás, te transformarás, te corromperás" Ella sabia que era malo que es quisiera ser político. Pero no logró hacerlo desistir.

Cada vez que pienso en lo diferente que hubiesen sido las cosas si el no hubiese entrado a la política.

Me levanto de la cama un poco más repuesta y voy al baño, miró mis ojos hinchados en el espejo, se ven terribles, bajo después la vista a mis nudillos morados... Duelen, ahora ya me estoy arrepintiendo de golpear la pared.

Respiro profundamente para luego mojarme el rostro varias veces hasta sentir que mis ojos ya no dolían o que en resumidas estaban menos hinchados que antes.

Busco una maleta para empacar ropa de todo tipo, bufandas, chalecos, vestidos botas y unas cuántas cosas más que iba a ocupar para realizar mis diseños en caso de tener una inesperada fuente de inspiración, de forma en que estaba preparada para ir al campo ahora.

Viéndome rodeada de libros que mi amiga Twilight me había regalado un par de años, decidí que era un buen momento para leerlos estando en el campo durante 3 meses y medio que las elecciones y la propaganda política de mi padre durarían aproximadamente. Entonces comencé a guardar uno a uno en otra maleta, ya tenía dos maletas listas para llevar. Aunque aun me faltaban un par de cosas más.

Me puse a pensar un momento mirando un cuadro donde venía la familia, pensé en Sweetie Belle y si vendría conmigo, quizás era lo mejor, llevármela lejos todo lo que alguna vez fue una convivencia familiar sana y armónica dónde vivíamos antes en paz.

Llamé a la mujer que cuidaba a Sweetie Belle y le dije que la llevaría conmigo a la granja para que le preparara sus cosas, pasaría por ella en una hora y de paso la libraría de sus lecciones privadas extras además de la escuela a donde su hermanita iba.

Sonreí con calma un poco más tranquila, estaba un poco más conforme, pasarían por mi en dos horas, tiempo suficiente para que fuera y regresara con Sweetie, podríamos ir a comer, tomar algo y estar a tiempo para irnos a la granja.

Tras una hora subí a mí coche y conducí hasta la casa de papá para pasar por mi hermana, me dieron sus cosas y ella corrió por las escaleras para saludarme y abrazarme.

-Hola Rarity- Sonrió lanzándose a mis brazos con alegría. -Te extraño, extraño que vivas aquí con papá y conmigo, aunque papá jamás me hace caso.

-Lo sé pequeña, yo también te extraño pero papá no quiere que vengas conmigo, ya he pedido que te deje vivir conmigo, pero no lo desea.- Suspiré y besé su frente con dulzura para dirigirnos al auto.

-Lo sé- hizo un pequeño puchero y me miró con decepción-Pero pasaremos todos estos días juntas .-Me observó un poco más feliz.

-Claro que si mi pequeño brillante.- Sonreí y le abrí la puerta del auto y después acomodé sus cosas en la parte trasera del auto.

Suspiré y fui al asiento del piloto y puse un poco de música en lo que llegábamos a una pizzería donde comimos con calma, tras terminar de comer, llegamos a un parque que sabía le iba a gustar a Sweetie Belle, así que jugamos un rato y por último la lleve por un helado.

Al final llegamos a casa a tiempo pues una camioneta roja iba llegando con un hombre de barba desalineada, subimos nuestras cosas a la caja de la camioneta para que nos llevara a la hacienda de papá.

Ese hombre se presentó como Tirek Lord, era una persona realmente desagradable que de Lord como mencionaba su apellido no tenía nada, en realidad a pesar de verse ejercitado, no era muy joven y ese pircing en su nariz como si fuese un toro solo demostraba su mal gusto para la moda.

El camino fue realmente tortuoso, puesto que todo fue silencio y tensión, entre el capataz de la Hacienda de mi padre y nosotras dos. Desde hace tiempo me daba bastante curiosidad como se había hecho de una propiedad tan grande e importante en tan poco tiempo Aun no lograba entenderlo porque si bien Sweet Apple Acres era una granja con años y años de generaciones detrás de ella, era un negocio completamente familiar y no creía que se lo cederían a mi padre solo porque si.

Luego de un par de horas llegamos a Sweet Apple Acres sin mucho retraso y en cuanto bajamos en la entrada de la hacienda, había una chica acarreando canastas con manzanas bastante grandes y rojas.

La chica miró llegar la camioneta donde veníamos y siguió trabajando, se le veía cansada y adolorida pero aun así continuaba trabajando duramente.

Tirek bajó del auto altivo y miró a la chica más baja que el con superioridad, ella era casi tan alta como Tirek, un 1.80 u 85, su piel blanca con pecas y su cabello rubio.

-Tú, chica, lleva a las invitadas a sus habitaciones y atiéndelas bien, ahora se amable y lleva el equipaje de ambas.

Pude notar una mirada de odio en contra de la chica, pero quizás no era para nosotras si no más bien para el capataz, ella suspiró resignada, pues aparentemente no le quedaba de otra.
Tomo todas nuestras maletas y las cargó ella sola haciendo gala fe su gran fuerza cosa que me impresionó de inmediato.

Ella caminaba en silencio y fue parando en nuestros respectivos cuartos hasta que me llevó al mío y le agradecí.

-G-Gracias... ¿Cuál es tú nombre?- Le pregunté respetuosamente, en verdad quería agradecerle por lo que había hecho.

-Applejack... Señorita- Me miró con cierta inseguridad y pude escuchar su tono campirano.

-Gracias Applejack... Mi nombre es Rarity.

-Que hermoso nombre.- Sonrió antes de salir del cuarto.

Le regalé una sonrisa y ella la correspondió antes de salir de mi cuarto. Era tan linda, Alta, con un cabello rubio natural que cualquiera envidiaría además de cargar todas nuestras ella sola, sin duda alguna ella tenía un "Je Ne Se Qua"

Continuará...

Abrazando Al EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora