"Aire... En esta lenta tarde de verano tu recuerdo es una foto gris que las horas van difuminando..."
"Ni siquiera puedo hablar apenas de otra cosa que no sea tu olor..."
"La mente cuando baja la marea, por puro instinto de conservación, intenta cauterizar cada huella que deja atrás el paso del amor. La mente cuando baja la marea mostrando la estructura del dolor, activa un mecanismo de defensa para que no se ahogue el corazón".
— Cuando baja la marea; Yuri
«Solo aguanta un poco más... solo tienes que vivir con esto un par de semanas más. Vas a superarlo, vas a olvidar las idioteces que Guren te ha dicho, olvidarás sus miradas, sus sonrisas y el tinte de su voz...« se repetía Shinya en sus noches de insomnio.
En cada una de ellas, su cabeza le sugería más de una manera de terminar con todo aquello de una vez. La soledad que lo abrumaba y todo el asunto con Guren... el dolor que significaba despertar cada mañana. El final sonaba como el postre después de un amargo plato fuerte, una taza humeante de chocolate caliente en una fría noche invernal...
Pero morir solo era la manera fácil de hacerlo todo...
TRES AÑOS DESPUÉS
—Me parece que has mejorado mucho —dijo el doctor. Su dedo medio ayudó a sus lentes a acomodarse, mientras le sonreía cálidamente a Shinya.
El albino sonrió con cansancio. No se sentía para nada mejor. Estaba vacío y eso nadie lo entendía; sus días iniciaban siempre con un doloroso despertar y darse cuenta de que seguía con vida, que nada lo había hecho morir por la noche y que era demasiado cobarde como para quitarse la vida por si mismo.
Krul tampoco entendía, solo fingía que lo hacía, pero al darse la vuelta, ponía su mejor cara de fastidio. Cuidar de Shinya iba a acabar con ella, y aunque decía que no le importaba, el albino sabía que ella pensaba que si antes estaba bien y podía vivir con su pasado a cuestas, no debería ser tan distinto ahora. Pero lo era.
Se iría, pero Shinya no tenía a dónde acudir. Regresar a Japón no era una opción viable, eso le haría tirarse de un puente tan pronto como pisara su país natal. Ese lugar le atormentaría desde el primer instante que volviese a verlo.
—¿Se acabaron las pesadillas? —preguntó el hombre, pasando a otro de los puntos de la sesión.
—No sueño.
—Eso es bueno, estás durmiendo bien, ¿no?
—Ocho horas seguidas —informó Shinya.
—¿Te sientes cansado al despertar?
El albino no quería responder a eso. Es que siempre estaba cansado, pero no de "esa" manera. Tenía la sensación de que el psiquiatra frente a él, nunca había sentido nada parecido a lo que estaba sintiendo Shinya ahora. Y estaba en lo cierto, pero no podían hacer nada al respecto.
La sesión acabó, Shinya caminó seis cuadras antes de llegar al restaurante y ocupó su puesto tras la caja registradora. Mito estaba atendiendo a los comensales mientras el chef y su pequeño equipo, a los que habían contratado hacía ocho meses, preparaban los pedidos.
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Si aún no es muy tarde [GureShin]
FanficShinya está seguro de que su padre está vivo, a pesar de que su familia adoptiva le asegura que no. • • • -Te busqué por todo Japón -le susurró el pelinegro. Shinya rió muy suave y se aguantó las ganas de llorar-. Incluso algunas partes de Australi...