Capítulo 82

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Me dediqué a consentir y a cuidar de Todd.
Cuando el duerme, me recuesto a su lado y le veo. En algunos momentos me quedaba dormida, pero rápidamente me espabilaba cuando él despierta.

Sé que ya es entrada la tarde y mientras mis bandejas de comida entran, Todd se encuentra durmiendo plácidamente.

—Alteza —alzo la vista de mi hijo y cuando miro la puerta, me encuentro con un criado acompañado de Thabit y Tau—. Han insistido en hablar con usted a pesar de las órdenes del faraón.

—Esta bien —hago un gesto con la mano—. Retírense.

Mientras espero a que mi habitación se vacíe, tomo un racimo de uvas.

—¿Ya terminó? —mientras me siento cerca de Todd, los chicos entran.

—Venimos de allá —asiente Thabit.

—¿Ya se lo propusiste? —pregunta Tau y me atraganto con una uva.

—No, aún no —me recompongo—. Hemos atravesado un periodo muy difícil con todo esto entre Persia, y todavía estamos nerviosos ya que Thabit no ha descubierto algo o notado inclusive. Y por si fuera poco el que me haya intentado matar...

—¿Qué? —los dos me miran con los ojos abiertos por el asombro en cuanto lo digo, y maldigo.

—Yo no maté a Nea como tenía planeado —me llevo otra uva a la boca con tranquilidad sin mirarlos—. Ese fue Tarik y ese día me dio una copa a mí también con lo mismo... pero me la arrebató en último momento y cuando le dije argumentó que no estaba consciente de eso. No se ustedes, pero de ahora en adelante me tomaré precauciones.

—No puedo creer que no me hayas dicho nada —me reprocha Tau.

—No es como si pudiera hacerlo —me defiende Thabit—. Aunque sí me lo pudiste haber dicho a mi.

—Estaba algo sorprendida —me pasó una mano por los ojos, frotándomelos—. Nunca lo creí capaz.

—Sabiendo esto no puedo dejarte aquí —Tau se acerca pero se detiene a varios pasos de mi—. Eres mucho más importante con nosotros que aquí, y no te dejaré con el loco de mi hermano.

—Estaré bien —reduzco la distancia y coloco una mano sobre su mejilla, acariciando—. Te llevarás a Todd y lo protegerás, eso es todo lo que te pido.

—¿Alteza? —quito mi mano con pesadez cuando escucho la voz del criado detrás de mi puerta.

—¿Sí? —contesto con un suspiro, cansada.

—Su alteza real el faraón Tarik desea verla —escucho cómo se aclara la garganta—. También a usted, príncipe.

Miro a Tau con el ceño fruncido y tras despedir al criado, tomo a Todd en mis brazos y salgo al pasillo hacia la habitación del trono.

Al entrar, Tarik se encuentra en el trono tranquilamente.

—Mañana mismo vas a regresar —Tarik posa la mirada en su hermano nada más localizarlo—. Y lo harás solo. Narah regresó hoy mismo y por cierto, Todd se queda con Zaya y conmigo. Me temo que ya no puedes seguir cuidándolo, ya no es necesario.

—No es seguro para Todd el que esté aquí —se adelanta Tau, dejándonos por detrás-—. Tú sabes que tengo razón, este no es un lugar seguro.

—Ahora lo es —se encoge de hombros Tarik desestimando las palabras de su hermano—. Espero que te vaya muy bien en el viaje. Esperamos noticias pronto. Ahora, pueden retirarse, menos tu Zaya. Y Thabit, sigue estando al tanto de las cosas con Persia.

—Claro —Thabit hace una pequeña reverencia y mientras veo cómo se van, me acerco hasta Tarik con Todd.

—¿Necesitas algo? —cuando llego al trono, Tarik no me contesta al instante.

—¿Te gustaría viajar a algún lugar? —la pregunta me toma un tanto desprevenida y tardo un rato en formular una respuesta pero Tarik se me adelanta—. Podemos ir a algunas islas. ¿Qué es lo que piensas?

—No lo sé, yo...

—No te preocupes, zarpamos mañana a primera hora —Tarik se levanta y comienza a descender—. Tengo el lugar perfecto para ir de vacaciones.

Casada con el faraón. [J. R. 1]  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora