Cap. 2

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NARRA _______:

Sus ojos brillaban ¿Por qué lo hacían?

- ¿Puedo abrazarte? – dijo entonces.

- ¿Cómo por qué? – respondí algo molesta.

-Es que eres humana y es... ¿Cómo es posible? ¿De dónde vienes? – me alegraba que hubiera cambiado de tema.

-No lo sé. – me miro confundido. Sin embargo, pareció ser... "comprensivo".

-Ah... debes estar algo confundida. – después se dirigió al perro. – Jake, tal vez alguien la ataco y la trajo aquí, talvez olvido todo. Me habría agradado conocer a mas como yo. – me dijo entonces. - ¡Pero no te preocupes! Ahora que estas aquí podemos hacer muchas cosas de humanos juntos. Contigo basta. – y sonrió. Me sentí extraña cuando dijo esas palabras.

-No tengo hogar. – le dije.

- ¡Eso no es problema...! – lo interrumpí.

-Quiero quedarme en tu casa, y dormir en tu habitación de preferencia en tu cama contigo. – él se avergonzó bastante al escuchar eso. Me confundí un poco porque pensé que había descubierto que esa era la manera más fácil de asesinarlo a pesar de lo discreta que fui.

- ¡NO SE SUBE TAN RAPIDO LOS ESCALONES, HIJOS DE SATAN! – grito Jake golpeándonos a ambos en la nuca.

-Ay perdón. – dijo él. Yo no dije nada y miré con odio al perro.

-Agh... solo... es decir... ¿Qué tuvo de malo lo que dije? – pregunté sobando mi golpe.

Los ojos de Finn se llenaron de ternura.

-Lo ves Jake, ella solo es una criaturita del señor, inocente y pura.

¡Ah! Sobre todo. Inocente y pura YO ¡JA! ¡YO!

-No pos ahí ya que te digo. – reclamo el perro poniendo los ojos en blanco.

- ¿C... cuál es tu nombre? – pregunto Finn entusiasmado.

-Mi nombre... _______.

- _______ ¡Vaya! Jamás lo había escuchado, pero es precioso, créeme, precioso como quien lo porta.

-Jajá, ya vas a salir con tus frasecitas seductoras. – dijo Jake burlesco, yo no entendí y el solo sonrió y me miro de nuevo.

-Pues mi nombre es Finn, aunque no creo necesario decírtelo de nuevo ya que ya lo sabes. – se inclinó hacia mi llevando una mano a su pecho. – Seré tu héroe desde aquí hasta el resto de tus días y juro protegerte de cualquier mal que te aceche. – tuve un impulso por reír.

-Yo soy el único mal que me acecha. – respondí cruzándome de brazos.

-Jake... ella es muy profunda. – dijo mirándome con los ojos soñados y tocando el hombro del perro como si lo que yo acabara de decir hubiera sido poesía.

-Hey si, si, como sea ¡Todos a bordo del Jakemovil! – el animal se convirtió en un carro ¿esperaban que entrara ahí?

-Ven ¿Qué esperas? Sé que es raro ver a un animal haciendo algo como esto, pero es divertido. – me dijo Finn sonriendo.

Caminé indecisa hasta él y cuando estuve cerca tomo mi mano, lo miré, pero no dije nada.

¿Por qué el contacto entre dos personas se siente así?

No tardamos prácticamente nada en llegar a esa estúpida casa del árbol.

Abrieron la puerta.

- ¡Ta va a encantar _______! Hay muchas cosas geniales que podremos hacer juntos.

Vaya... este chico sí que está desesperado por encontrar amigos.

¡JAJAJA! Me causa gracia el solo recordar el hecho de cuando toda la tierra era poblada por humanos. Si... en ese entonces era la especie dominante que pisaba sobre este pedazo de roca... ¡Y YO LOS MATE A TODOS! Bueno, casi, pero de igual forma fue genial.

-Esta chica no puede caminar por la vida con esos trapos. Tendrás que cambiarte. – me dijo el perro.

Me mire a mí misma. Son los "trapos" que siempre he usado, no entendía que tenían de malo, pero si ellos lo dicen creo que tengo que creerlo, de igual forma quiero hacerme pasar por un auténtico ser humano.

-Bien. – comencé a desvestirme.

- ¡Pero no aquí! – dijo el cubriéndose los ojos y haciendo lo mismo con Finn. - ¿Acaso no aprendiste reglas sociales, muchacha? – me pregunto algo enfadado.

-Eehh... - enserio estaba confundida y me cubrí de nuevo.

-A ver, a ver, a ver, ven conmigo. – dijo el esperando que lo siguiera.

-Yo la puedo llevar a nuestra habitación. – se ofreció Finn.

- ¡No! – grito enfurecido Jake. – Ustedes dos, par de pubertos, estarán alejados cinco metros... no mejor diez, diez metros de distancia uno del otro mientras estén viviendo en la misma casa.

- ¿Por qué? – preguntamos ambos al unísono.

- ¡Porque son reglas de la sociedad, niños! Agh... que voy hacer con ustedes... - se llevó una mano a la cara. – Solo sígueme. – obedecí.

El Lich [Finn x Tu] Hora de AventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora