Cap. 23

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-¡______, ______! ¡Linda ______! -recitaba Finn a modo de canto mientras felizmente se aproximaba al castillo.

Ignoro por completo la ausencia de los guardias de chicle y también a todos aquellos muchachos castaños de tez clara y ropas y armaduras color amarillo que sustituían a los banana-guardias de antes, aunque estos lo hayan saludado cuando llego.

Antes de entrar al castillo se encontró con un arbusto tembloroso en las afueras de este. Decidió acercarse y ver de qué se trataba.

-Pero... -murmuro desconcertado- ¿Qué es...?

De inmediato dio con que el mayordomo Mentita era quien estaba ahí escondido y este, por su lado, al verle, se espantó demasiado.

- ¡FINN! -chilló.

- ¿Qué...? ¿Qué es lo que haces aquí, Mentita?

- ¿Qué hago aquí? ¡Me oculto de la Dulce Princesa! -respondió alterado- Oh, por Glob, si ella me encuentra me matara...

- ¿De qué hablas, hombre? Ella no haría algo así.

- ¡¿Qué no estás viendo como todos aquí se convirtieron en seres humanos?! -gritó el sirviente señalando a su alrededor haciendo a Finn entrar en razón- ¡Es mas que obvio que ella me culpara a mí!

-Uhm...es verdad. Y es... ¿tu culpa? -pregunto el chico pensativo.

- ¡No! -se quejó este.

-Bueno, entonces no te preocupes. -asintió sonriente.

Justo en ese momento la Dulce Princesa apareció escoltando a la Princesa Humana quien al ver a Finn frunció el ceño, molesta.

-¡¡¡_________!!! -exclamo el chico humano como si quisiera que todo el reino le escuchase. Corrió hasta ella y le echo los brazos al cuello atrayéndola hacia el para abrazarla fuertemente.

- ¡FINN! ¡¿QUÉ TE DIJE DE...?!

NARRA _______:

-Espera... déjame disfrutar del momento... -murmuro interrumpiéndome comenzando a olfatear mi cabello.

Sentí un extraño cosquilleo recorrer mi espalda, pero lo dejé pasar.

Levante la vista y note que la Dulce Princesa nos observaba, parecía enternecida por lo que note en su sonrisa, pero de inmediato desvió la mirada dirigiéndose a... Mentita, ni siquiera le había visto ahí. El agachaba la cabeza mirando al suelo, al parecer abatido.

Al ver eso, la expresión de la Princesa cambio y de inmediato le pidió a Finn que se separara.

-Finn, será mejor que la lleves a tu casa de una vez. Tengo demasiada inseguridad de que ella siga aquí sin los guardianes de chicle.

- ¡A la orden! -exclamo el de lo mas contento imitando la postura de un militar.

-Mentita, ¿no quieres despedirte? -pregunto con amabilidad. Yo enfoque mi atención en el y note como parecía sorprendido por la petición.

-Ah... Uhm... Yo... -se rasco la nuca con nerviosismo mientras balbuceaba.

- ¡Oh! Ahora que lo recuerdo. -interrumpí- ¡Mentita! -le llamé provocando que se sobresaltara- Estaba por agradecer... "tus servicios" ahora mismo ¿sabes? Pero en privado. -añadí sonriendo.

Así que me acerque a el y tome su muñeca para llevarlo a un lugar apartado.

- ¡Ahora vuelvo! -le dije a los demás. Bonnie sonrió, Finn pareció algo molesto ante mi actitud, pero no le tome importancia.

Estando a unos metros de distancia, me posicione frente a el y lo mire directamente.

- ¿Q-que sucede? -pregunto inseguro.

-No quiero que por ninguna razón posible en el maldito multiverso se te ocurra decir que yo fui quien hizo todo esto. -le ordene señalando su pecho.

- ¡C-claro que no! -negó de inmediato con la cabeza- No lo haría... -añadió apartando la vista.

-Oye, mírame a los ojos cuando te hablo. Jaja, tampoco es como si fuera a hipnotizarte.

- ¿Eh? Por supuesto... Es solo que yo...

Sus mejillas. Sus mejillas tomaron color.

- ¿Por qué acabas de ruborizarte? -le pregunte, cosa que provoco que el sonrojo aumentara.

- ¡No lo hago! Bueno... un poco...

- ¿Por qué? -insistí.

-No importa, ya... ya deberías ir con Finn ¿no lo crees? Sospecharan.

-Por supuesto. -asentí con seriedad. Y así lo hicimos.

En todo el camino de regreso, mientras cruzábamos el bosque, el idiota no paraba de preguntarme como la había pasado, si lo extrañé, si pensé en él, si hice amigos, si estaba feliz de verlo de nuevo, etcétera, etcétera...

-Yo si te extrañe -dijo- y en verdad quería verte, estaba muy ilusionado con la idea de volver a ver esa mirada tuya.

- ¿Oh sí? ¿A pesar de que "esa mirada mía" parece desearte la muerte cada que va dirigida a ti?

-A pesar de eso. -contestó.

Bufe molesta por la respuesta.

Por un momento paro de caminar y me gire a verle confundida.

- ¿Qué sucede? Anda, vamos a la casa del árbol. -le ordene.

-________, ¿tú me odias? -me pregunto.

-Yo...

No hubo palabras. ¿Cómo es posible que no esté segura de que responder? Se supone que se bien la respuesta y la he sabido por años...

-Porque... -agrego- Jaja, creo que yo ya he sido bastante obvio admitiendo mis sentimientos ¿no es verdad? -añadió después acercándose a mi con una sonrisa- Se que tu no correspondes a ellos, pero también quisiera saber si a pesar de que no me ames como yo lo hago, tampoco me odies.

- ¿De... de que estas hablando? -pregunte. Mis manos comenzaron a sudar...

-Ya te lo dije. Me gustas. ¿Tu que sientes por mí?

- ¿Qué siento... por ti?

¿Qué siento por él?

-Quisiera que no fuera odio... -añadió acercándose aún más- Porque eso... me pondría muy triste...

De inmediato me di cuenta de que estaba exageradamente cerca de mi y que sus ojos ya no se enfocaban en ver los míos, si no mis labios. Me espante.

-Finn, ya daté prisa. -dije de inmediato apartándome de su camino y dirigiéndome nuevamente hacia nuestro destino.

-Rayos, estuve tan cerca... -murmuro irritado. Seguro pensó que no lo escuche. Puse los ojos en blanco y continúe caminando, el de inmediato acelero el paso para alcanzarme.

Lo mire de reojo. Sonreía. ¿Por qué sonríe? ¿Por qué lo hace? ¿Por qué en mi cara? ¿Qué le pasa a este retrasado imbécil?

Es todo. ¡Es todo! Una vez estando en su casa, visitare a Prismo. Tengo que entender de una maldita vez ya cómo funcionan los inútiles humanos. No puedo quedarme asi.



El Lich [Finn x Tu] Hora de AventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora